- Novak Djokovic se convirtió ayer en el primer finalista del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, tras imponerse sin excesivas dificultades al ruso Aslan Karatsev por 6-3, 6-4, 6-2 en casi dos horas.
El de Belgrado volverá a estar en el partido decisivo en Melbourne Park por novena vez en su carrera y ahora tratará de alargar este idilio manteniendo su récord perfecto y alzar su noveno título ante el ganador del duelo entre el ruso Daniil Medvedev y el griego Stefanos Tsitsipas.
El número uno del mundo, que tras la eliminación de Rafa Nadal en cuartos superará el próximo 8 de marzo el récord del suizo Roger Federer de semanas en esa posición, con 311, acabó con la aventura de Karatsev, la gran revelación en el grande australiano, 114 del mundo, clasificado desde la previa y que aspiraba a convertirse en el primer tenista en jugar la final en su primera aparición en un Grand Slam.
Pero el ruso no tuvo excesivas opciones ante un Nole que parece ya tener bastante olvidados los problemas físicos que acusó en su sufrida victoria ante el estadounidense Taylor Fritz y que incluso le llevaron a dejar en duda su continuidad en Melbourne.
Apoyado en 30 ganadores, 17 aces y solo catorce errores no forzados, Djokovic dejó claro que la Rod Laver Arena es su pista y casi siempre dominó un encuentro donde tuvo resistencia de su rival sobre todo en la primera manga. Karatsev aguantó con su saque hasta el octavo juego, pero ahí falló y el serbio logró la rotura clave y que comenzó a allanar su triunfo.
El segundo set trajo una gran versión del primer cabeza de serie que se puso rápidamente 5-1, pero conllevó una buena reacción del ruso que desplegó su mejor tenis para colocarse 5-4 e incluso tener dos bolas de rotura para haber empatado. Djokovic las salvó y en el tercero, pese a que Karatsev logró equilibrar una rotura inicial, se llevó el pase a su vigesimoctava final de Grand Slam ganando los últimos cuatro juegos.