2ª etapa. Manosque (174 k)
1. Davide Ballerini (Deceuninck) 4h21:49
46. Gorka Izagirre (Astana) a 30"
67. Ion Izagirre (Astana) m.t.
Clasificación general
1. Davide Ballerini (Deceuninck) 9h04:52
2. Alex Aranburu (Astana) a 16"
3. Gianni Moscon (Ineos) a 19"
5. Dylan Teuns (Bahrain) a 20"
El Tour de La Provence termina mañana, pero su general apunta a quedar sentenciada hoy, en una etapa con final en Chalet Reynard (en las rampas del Mont Ventoux). ETB1 ofrece los últimos kilómetros a las 15.05 horas.
- Poca broma con lo del Astana y Alex Aranburu. La escuadra kazaja confía plenamente en el ciclista guipuzcoano. Y no lo demuestra con palabras, sino con hechos. El calendario que encara el ezkiotarra es de los que quitan el hipo: Het Nieuwsblad, Strade Bianche, Tirreno-Adriático, Milán-San Remo, Itzulia, Amstel Gold Race y Tour. Además, ayer, en la segunda etapa del aperitivo de la Provence, toda la maquinaria celeste trabajó para que el propio Aranburu luchara por la victoria. Gorka Izagirre, Lutsenko, Ómar Fraile y Vlasov, ganadores todos en grandes vueltas, tiraron del pelotón en los nerviosos kilómetros finales. Lástima que a Alex le faltara un punto de su habitual explosividad para plantar cara a Ballerini (Deceuninck) y Ciccone (Trek). Fue tercero.
No está nada mal para arrancar una temporada ilusionante. Porque el camino es largo y hay tiempo de sobra para progresar antes de los grandes objetivos. Y también porque quienes superaron ayer a Aranburu no son unos cualquiera. Ballerini, el líder, ya ganó la primera etapa del jueves, y pertenece a una cuadra, la del Deceuninck, cuyos corredores siempre acreditan forma a estas alturas del año, con las clásicas en perspectiva. Ciccone, mientras, ha vuelto con fuerza tras ver el pasado septiembre cómo una infección por coronavirus lastraba su Giro, que inició mermado semanas después de recuperarse.
La jornada de ayer estuvo marcada por la lluvia y por una fuga de cinco que el pelotón neutralizó a quince kilómetros de meta. Trabajó en punta el Deceuninck, hasta que el Astana, ya oliendo Manosque, localidad de llegada, asumió el mando de las operaciones. Vlasov se fue al suelo en una curva y derribó así a Alaphilippe, lo que dio al citado Ballerini vía libre para disputar el triunfo. Aranburu, bien colocado durante el kilómetro final, vio cómo la arrancada del ganador y de Ciccone abría un hueco de cinco metros que no consiguió tapar, pero al menos conservó una tercera plaza cuya bonificación le sitúa segundo en la general.