- David Uribe, delantero de 21 años del club Txukun Lakua ha hecho efectiva su firma en el contrato con Garfe el mismo día de pasar con nota la primera y casi última prueba del algodón. El delantero, puntero de la pelota alavesa, delantero con chispa y talento, el juego explosivo de sus 21 años y un amor desmedido por este deporte, ha estampado su compromiso tras salir de la ducha el pasado sábado. “La prueba decisiva después de entrenar con ellos”, nos dice, “el último filtro”.

El pelotari de Ezkerekotxa ha disputado todos y cada uno de los torneos importantes del calendario alavés y vasco. Ha tenido la oportunidad de jugar los más importantes y, con el paso de los años, ha ido ganando en fuerza, potencia y explosividad de la que adorna su juego de habilidad en los cuadros delanteros.

Uribe es un pelotari valiente, zurdo y atacante por antonomasia. No rehúye ninguna pelea, no importa con qué tipo de rivales. Tiene buena volea, un saque “peligroso” y no escatima esfuerzos cuando se tiene que defender.

La fuerza y la potencia no son sus mejores armas pero “las ganas y el pundonor” le sacan de la mayoría de los problemas en una cancha.

“Al poco de terminar de comer, casi a la vuelta a casa después de entrenar con ellos por la mañana, me llamaron”, nos cuenta. Ayer tocaba foto, equipación y firma. “Estoy muy ilusionado y agradecido por la oportunidad”. Garfe es una empresa ilusionante para aquellos que no tendrán la oportunidad de firmar con ninguna de las dos grandes y, quien sabe, un trampolín para él y para algunos de sus nuevos compañeros.

Con David, jugarán algunos de los mejores pelotaris del campo aficionado, otros, que han jugado en el campo profesional al máximo nivel, jóvenes y prometedores que no han dado el salto más largo y campeones del mundo aficionado con experiencia y veteranía que otro necesitarían para rendir al máximo nivel. “Tendré que esforzarme porque seguro que habré de disputar partidos muy duros. Sólo prometo esforzarme al ciento por cien y sacar lo mejor de mí en cada partido”, asegura. Promesa bien fácil de cumplir en un chaval, joven y con recorrido que ama la pelota como nadie y que “es un ejemplo a seguir dentro y fuera de una cancha”, nos dice Gorka González, compañero, amigo y entrenador en Txukun Lakua los últimos años. “Es un gran chaval”, nos dice, “un 10, y el más constante y trabajador”.