Duración: 50:47 minutos de juego.
Saques: 2 de Urrutikoetxea (tantos 4 y 12) y 6 de Jaka (tantos 5, 6, 11, 15, 19 y 21)
Pelotazos: 223.
Tantos en juego: 7 de Urrutikoetxea y 12 de Jaka.
Errores: 4 de Urrutikoetxea y 4 de Jaka.
Marcador: 1-0, 2-1, 3-1, 4-2, 5-2, 6-3, 7-7, 7-8, 8-9, 8-10, 9-12, 10-13, 11-17, 13-18 y 13-22.
Incidencias: Partido de los cuartos de final del Manomanista de Primera disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao a puerta cerrada. En el primer encuentro, Elordi ganó a Aranguren (22-6). En el tercero, Peña II-Salaverri II vencieron a Olaizola II-Elizegi (19-22).
- El presente Manomanista amenaza con convertirse en una de las ediciones más impredecible de los últimos años. Dos partidos de los cuartos de final y los dos finalistas de la anterior edición han quedado eliminados a las primeras de cambio. El viernes cayó Iker Irribarria y ayer fue el turno de Mikel Urrutikoetxea. Ambos lo hicieron además con el mismo resultado, 13-22. El zaratamoztarra perdió ante Erik Jaka en un choque rotó poco antes del primer descanso. Lo probó todo el vizcaíno para tratar de superar la defensa de su oponente. Intentar aprovechar su mayor pegada, buscar tantos rápidos, mover a su adversario€ pero la resistencia azul fue una constante. El lizartzarra mostró buenas maneras a la hora de defenderse de aire y estuvo acertadísimo en el remate, cambiando el signo de los tantos con suma facilidad y consiguiendo cartones prácticamente de la nada.
El remate es algo innato para Jaka. Va en su ADN. La mínima oportunidad es aprovechable y alargar las jugadas hasta la extenuación no está en su hoja de ruta. Menos ayer ante Urrutikoetxea. El lizartzarra se encontró con un rival con dos buenos brazos, capaz de alargar los pelotazos y mantenerle lejos de los cuadros alegres. Entrar en ese intercambio de golpes no fue una opción para él. Por ello, Jaka se lanzó a tumba abierta a por el partido. Ataque constante. Jaka trató de hacer daño siempre que pudo y no dejó que el vizcaíno estuviera cómodo en la cancha. Su estrategia le sirvió para igualar las fuerzas y su gancho para desequilibrarlas. El delantero guipuzcoano encontró un filón en ese remate y sacó tantos de situaciones impensables. Hasta sacar se convirtió en un peligro para Urrutikoetxea, que durante varias fases del encuentro no pudo hacer nada para defenderse ante los remates de Jaka.
Pese al resultado, Jaka tuvo que sufrir para sacar el choque adelante. Urrutikoetxea exigió mucho al guipuzcoano. El todoterreno vizcaíno se presentó en el Bizkaia con golpe. Capaz de ganar siempre un cuadro más gracias a su frescura en ambas manos y enseñó constantemente la espalda a su oponente. Ante esta situación Jaka lo tuvo claro. Aire y más aire. Dejar botar la pelota no fue una opción. Urrutikoetxea fue capaz de pegar con fuerza a la pelota pero le faltó cruzar un poco más para evitar la volea de Jaka y eso dio al lizartzarra más opciones, más oportunidades para buscar el remate y pasar a la contra.
En los primeros tantos, el poderío de Urrutikoetxea le permitió dominar todos los tantos y Jaka sufrió para aguantar entero en la cancha. El vizcaíno controló los tiempos de cada jugada y consiguió sumar cartones gracias a su pegada, mientras Jaka se vio huérfano de oportunidades (6-2). El partido pintó colorado hasta que el lizartzarra recuperó el saque. Ahí las cosas cambiaron. Jaka encontró una vía para hacer daño y Urrutikoetxea empezó a sentirse incómodo en la cancha. El delantero guipuzcoano fue capaz de mover a su rival y eso le permitió dar un paso adelante, suficiente para sacar a pasear su gancho y empezar a marcar diferencias.
Del 8-12 Jaka se marchó hasta el 10-17. Urrutikoetxea decidió cambiar el plan y se abrazó al riesgo. Dejó de lado la seguridad de la potencia para tirar de la habilidad en los cuadros alegres. El partido amenazó con cambiar con una tacada colorada y el zaratamoztarra llegó a colocarse a cuatro tantos (13-17). Ahí murió la remontada. Jaka, de gancho como no, recuperó el saque y empezó a dibujar su pase a las semifinales. Solo necesito cuatro pelotazos para llegar al cartón 21 y en el último tanto del día fue capaz de dominar hasta que Urrutikoetxea mandó al colchón inferior la pelota.