- Del subidón en la Euroliga al bajonazo en la ACB. Sin término medio en la primera semana donde ha sido necesario encadenar dos esfuerzos con un mínimo margen de respiro. El Baskonia terminó dando ayer la de arena y emitiendo las primeras señales de debilidad en una temporada donde había protagonizado un arranque triunfal. Venció con autoridad al gigante blanco, pero con menos de 48 horas de descanso fue incapaz de mantener el listón de la intensidad ante un sobrio Murcia en el que Sito Alonso se cobró su revancha ante la plana mayor azulgrana pese a perder por el camino a dos soldados como Jok y Lima.

Esta vez no hubo la heroica de jornadas precedentes ni apareció algún providencial bombero para evitar el primer y feo borrón de la temporada. Siempre a remolque de un forastero que no sufrió ningún temblor de piernas ni el tradicional pánico de los modestos en el Buesa Arena, el equipo vitoriano descarriló por completo en una jornada que parecía propicia para prolongar la imbatibilidad liguera. Sobraron la precipitación, la ternura atrás y el desacierto con un carrusel de pérdidas que facilitaron el trabajo de los levantinos.

Más fresco de piernas y de cabeza, el UCAM conquistó una plaza tradicionalmente inexpugnable para sus intereses. Fue una derrota justa e inapelable que dejó varios jugadores señalados y, sobre todo, reabre el debate sobre la profundidad de la plantilla alavesa, especialmente en una cuerda exterior donde no hay más cera de la que arde y conviene encontrar rápidamente algún refuerzo que eleve el número de efectivos.

De nuevo con la confianza limitada hacia los jóvenes y huérfano del vital concurso de Dragic, un pulmón que en jornadas descafeinadas como la de ayer siempre aporta un plus en todas las facetas, Ivanovic tuvo que jugarse la baza de tres hombres altos con Polonara desplazado al puesto de alero. El italiano y Peters fueron de lo poco salvable en un Baskonia mucho más blando de lo habitual y carente de la desbordante energía que sacó de la pista al Real Madrid.

la puntilla de strawberry La lectura de los bases dejó bastante que desear, apenas hubo mordiente desde la línea exterior con un Giedraitis muy apagado y también faltó dureza en un juego interior donde el técnico montenegrino evitó dar continuidad a Fall tras sus notables minutos previos al intermedio. Enfrente, el UCAM opuso una mayor claridad de ideas, nunca perdió el rigor en los dos aros y encontró en Strawberry al killer imprescindible para salir del recinto vitoriano con el pecho henchido.

Tras su conmovedora exhibición ante un futuro NBA como Campazzo, Henry fue testigo en primera persona del recital del alero estadounidense. La seguridad pimentonera desde el tiro libre hizo el resto mientras el Baskonia, sin fe ni tampoco cabeza, buscaba con nulo éxito a la desesperada reengancharse al partido. Salvada por la campaña en dos ocasiones este curso, la tropa alavesa se quemó esta vez en la hoguera. En realidad, nunca le cogió el pulso a un partido en el que tardó más de un cuarto y medio en conseguir su primera ventaja. Reflejo inequívoco de la incomodidad de una tarde a la que compareció con las horas justas de descanso tras su mordisco al Real Madrid en la Euroliga.

La pesadez de piernas se dejó sentir en jugadores muy desdibujados (Vildoza, Giedraitis y Jekiri) e Ivanovic ni siquiera agradeció el ingreso de dos entonadas piezas de la segunda unidad -léase Diop y Fall- para divisar la luz en medio de defensas fraternales. La poca concentración quedó constatada, por ejemplo, con los cuatro triples consecutivos de DiLeo en menos de dos minutos antes del intermedio. Uno de los grandes francotiradores de Sito Alonso dispuso de tiros muy liberados para perforar una y otra vez el aro azulgrana. Cate, indefendible para Jekiri durante muchos tramos, y el artillero Frankamp también abortaron los tibios intentos de remontada del Baskonia en el tercer cuarto.

Fue un constante querer y no poder ante un Murcia de gatillo fácil que ejecutó a la perfección su plan de partido. Tras la canasta de Peters que elevó el 62-62 al marcador, el cuadro levantino se disparó en el marcador con extrema facilidad. Una lección para el futuro y la constatación definitiva de que este grupo es muy corto para el doble esfuerzo por semana.

las claves

Ni energía, ni acierto ni fe. Tras el titánico desgaste ante el Real Madrid, compareció un Baskonia laxo, tierno y falto de convicción que siempre fue a remolque de un UCAM mucho más fresco de piernas y cabeza. Una derrota justa e inapelable frente a un rival que tuvo en Frankamp, DiLeo y Strawberry a tres jugadores diferenciales en el Buesa.

Deserciones notables. Los bases de Ivanovic naufragaron a la hora de dar sentido y rigor al juego azulgrana, pero otros jugadores básicos del engranaje también pasaron desapercibidos. Con mención especial para un Giedraitis sin ninguna mordiente en el perímetro y un Jekiri al que Cate dejó en evidencia en la 'pintura'.

la figura: PETERS

Junto a Polonara, de lo poco salvable en las filas alavesas. No lanzó ni una sola vez desde el 6,75 y buscó otras vías para anotar. Como el resto del equipo, destemplado atrás.

10 pérdidas entre Vildoza y Henry: los dos bases de Ivanovic vivieron ante el Murcia un día aciago a la hora de hilvanar el juego.

el entrenador: La derrota reabre el debate sobre la profundidad de un corto grupo humano. Entre la lesión de Dragic, la falta de un relevo para Carrington, la confianza limitada en los jóvenes o el rol residual de Fall, un espectador tras el descanso, la rotación volvió a ser muy corta. Se jugó sin éxito la baza de tres hombres altos con Polonara desplazado al 'tres'. El peor encuentro de la temporada hasta ahora.

Esta vez no hubo heroica ni aparecieron bomberos para compensar el desaguisado anterior provocado por un UCAM con las ideas claras pese a perder a Jok y Lima por el camino

Vildoza, Henry, Giedraitis y Jekiri rayaron muy por debajo de lo habitual; la derrota reabre el debate sobre la profundidad de una plantilla bastante corta de efectivos ayer