El francés Julian Alaphilippe, que este domingo que proclamó campeón del mundo de fondo en carretera en el circuito de Imola, en la región italiana de Emilia-Rogmana, afirmó que fue "un día de ensueño" para él.
"Ha sido un día de ensueño para mí. Ha sido muy difícil. Otras veces había estado cerca pero ni había subido en el podio", dijo tras la carrera, muy emocionado, el corredor galo.
Lo primero que quiso hacer Alaphilippe, no obstante, fue agradecer a su entorno el apoyo que le ha mostrado y la fe que ha tenido en él.
"Quiero agradecer a mis compañeros y a mi equipo por creer en mí, y por supuesto a todos los que me siguen, a mi entrenador, a mi familia, a mis amigos y a mis compañeros. Es muy difícil expresar lo que siento. Esto es un sueño para mí", destacó.