a Champions del covid-19, impulsada con aceleración, en una sede imprevista y con un formato innovador, afronta su semana decisiva entre Alemania y Francia, destino del nuevo campeón que saldrá del desenlace de los duelos entre el Bayern de Múnich y el Olympique de Lyon y el del Leipzig contra el París Saint Germain.
Tanto los pronósticos como las teorías han quedado en entredicho al contemplar el tramo final de la competición. La Ligue 1 francesa quedó paralizada hace cinco meses y sus representantes apenas han acusado la falta de actividad. La Bundesliga fue la primera en reactivarse pero también la que antes echó el cierre a su torneo. La Liga española, la Premier o la Serie A, que presumen de ser las mejores competiciones nacionales del mundo, quedan al margen de la fiesta europea por primera vez en la historia de la Liga de Campeones con su actual formato.
La Bundesliga o la Ligue 1, a veces desprestigiadas, tendrán al nuevo campeón, sucesor del Liverpool. Bayern, Lyon, Leipzig y PSG han evidenciado un fútbol de otra velocidad a pesar del largo intervalo. El trabajo y el desarrollo físico mostrado ha dejado en evidencia a las aspiraciones de Real Madrid, Barcelona, Atlético, Juventus y Manchester City, con menos tiempo de inactividad y con el cartel de favoritos antes de la nueva puesta en escena.
Alemania aventura un nuevo dominio en el fútbol del Viejo Continente. Tres de los cuatro semifinalistas tienen un preparador germano. Además de Hans Dieter Flick con el Bayern y de Julian Nagelsmann con el Leipzig, Thomas Tuchel dirige al París Saint Germain. La excepción es el francés Rudi Garcia con el Lyon.
El momento decisivo de la Liga de Campeones es ya un tramo acotado para el Bayern, el único que posee el trofeo de la máxima competición continental de los aspirantes actuales al trono europeo, junto a uno de los gigantes fruto de los nuevos tiempos, el París Saint Germain, y también para dos revelaciones, el Leipzig y el Lyon, invitados inesperados a las semifinales. Tres de los cuatro nunca han alcanzado la final.
El recital ofrecido por el Bayern Múnich ante el Barcelona en cuartos alienta la condición de favorito del conjunto de Hans Dieter Flick, que apunta a su 11ª final y al sexto título en la competición. El conjunto más solido tras la vuelta al fútbol después de confinamiento por el coronavirus ha mostrado un talante avasallador, aunque bien hará en no fiarse de sus rivales en esta fase final con tantas sorpresas.
El segundo teórico principal favorito es el PSG, gigante creado a golpe de talonario que después de muchos años se ve ante la ocasión de rentabilizar la continua cuantiosa inversión.
El Lyon, séptimo de la Ligue 1, fuera de Europa el próximo año, es la máxima expresión del fútbol físico que ha triunfado en los cuartos de final de la competición.
Y el Leipzig es quizás la gran revelación. Un equipo que en solo once años de historia ha logrado asentarse en el fútbol alemán y animar el torneo europeo. Nunca antes había llegado tan lejos. Su fútbol atrevido y con personalidad se ha instalado entre los mejores después de dejar en el camino a equipos como el Tottenham, subcampeón el pasado año, y el Atlético Madrid.
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Tres de los cuatro entrenadores de los equipos semifinalistas son alemanes: Flick (Bayern), Nagelsmann (Leipzig) y Tuchel (PSG).
Cuartos de final
Semifinales
Final