e retira el portero, nace la leyenda. Eso es desde ayer Iker Casillas (Móstoles, 20-V-1981), un auténtico mito del fútbol que cuelga los guantes por obligación a los 39 años con la friolera de 1.039 partidos y 27 títulos a sus espaldas. "Es uno de los días más importantes y, a la vez, más difíciles de mi vida deportiva: ha llegado el momento de decir adiós", rezaban las primeras líneas del comunicado con el que el legendario guardameta madrileño informaba de su definitiva retirada tras vencer su último contrato en el Oporto, equipo con el que levantó el sábado la Copa de Portugal, su último trofeo como profesional. Lo hizo, por sorpresa, sin poder vestirse de corto al verse separado de los terrenos de juego por el infarto agudo de miocardio que sufrió el 1 de mayo de 2019 durante un entrenamiento con el conjunto luso.
Tuvo que ser ingresado de urgencia entonces el de Móstoles, que pasó a formar parte del staff directivo del club portugués tras negarse a que aquel fuera su último partido vital. El primero, con traje de futbolista de élite, lo disputó con el Real Madrid en el antiguo San Mamés el 12 de septiembre de 1999. A sus 18 primaveras, las lesiones de Bodo Illgner y Albano Bizarri le abrieron las puertas de la titularidad en La Catedral, donde Julen Guerrero, mediante un libre directo, fue el primero en batirle. Aquel encuentro nunca ha caído, ni caerá en el olvido para Casillas, quien recordaba tiempo después en un programa de televisión que "aquel día pasé muchos nervios y muchos temblores, porque pensaba que madre mía, era San Mamés, un campo emblemático".
El fantástico exguardameta madridista y de la selección española, con la que fue internacional en 167 ocasiones alcanzando la gloria deportiva al ganar dos Eurocopas (2008 y 2012) y un Mundial (2010) siendo clave, además, en la consecución del éxito mundialista con una soberana parada con el pie al holandés Arjen Robben en un mano a mano para la historia, nunca ha escondido su devoción por el antiguo coliseo rojiblanco, el cual siempre fue "un lugar emblemático con esa afición y un campo en el que daba gusto jugar y emocionarse con una rivalidad tan grande como la que había". Tal es la devoción de Casillas por el viejo San Mamés que en 2019 no dudó en incluirlo entre sus tres estadios favoritos junto con Do Dragao, el campo del Oporto, y el Santiago Bernabéu, hogar de un Real Madrid en el que hizo carrera durante 25 años, jugando 725 partidos en 16 temporadas con el primer equipo para conquistar 19 títulos: 3 Copas de Europa, 3 Mundiales de Clubes, 2 Supercopas de Europa, 5 ligas, 2 Copas y 4 Supercopas de España.
Su adiós al club blanco, sin embargo, se consumó por la puerta de atrás en julio de 2015 después de que su figura quedara tocada a ojos de un sector de la afición madridista por las fricciones internas generadas con José Mourinho un año antes, cuando perdió la titularidad. Tras su mediática llegada a Portugal para dar un nuevo aire a la portería del Oporto, Casillas completó su lujoso palmarés con 2 ligas, 1 Copa y 1 Supercopa.
Fue también nominado en seis ocasiones al Balón de Oro, incluido cinco veces en el Once Mundial FIFA y nombrado otras cinco como mejor portero del mundo por la IFFHS. Distinciones que recalcan el impacto de un guardameta que, con su retirada escrita meses atrás, encara el futuro con la idea de seguir ligado de manera activa al mundo del fútbol.
Conocida es, sin ir más lejos, su intención de presentarse más pronto que tarde a las elecciones de la Federación Española de Fútbol. Podrá hacerlo, tras colgar los guantes, con la vitola de auténtica leyenda de un deporte que se rindió ayer a su figura.
Trayectoria: Real Madrid (1999-2015) y Oporto (2015-20).
Palmarés: 1 Mundial, 2 Eurocopas, 3 Copas de Europa, 3 Mundiales de Clubes, 2 Supercopas de Europa, 5 ligas, 2 Copas, 4 Supercopas de España, 2 ligas de Portugal, 2 Copas de Portugal y 1 Supercopa portuguesa.
Distinciones: Nominado en seis ocasiones al Balón de Oro, incluido cinco veces en el Once Mundial FIFA y nombrado otras cinco mejor portero del mundo por la IFFHS, entre otros reconocimientos.
El de Móstoles, que levantó el sábado la Copa de Portugal por sorpresa, tocó el cielo con dos Eurocopas y un Mundial
"El antiguo San Mamés era un lugar emblemático y un campo en el que daba gusto jugar y emocionarse", admitió Iker Casillas