- La Unión Ciclista Internacional (UCI) anunció ayer que penalizará a quienes incumplan el protocolo sanitario al que están sujetos los equipos, los corredores y los organizadores de las carreras. Este anuncio llega después de los problemas que se ha vivido en la Vuelta a Burgos asociados al coronavirus y que han causado la retirada de cinco corredores sin que dieran positivo, pero que han abandonado como medida preventiva por haber estado en contacto con personas que han dado positivo por covid-19.

De este modo, la UCI ha decidido que un corredor no podrá participar en una prueba “en caso de falla de los equipos en términos de presentación de pruebas que demuestren el desempeño de las pruebas de diagnóstico viral requeridas por el protocolo”. Igualmente, los corredores, los equipos y los organizadores podrán ser sancionados con multas económicas. En el caso de estos últimos, podrán ser despojados de la carrera. “En caso de que un organizador del evento no implemente las medidas requeridas por el protocolo, las medidas disciplinarias podrían llegar incluso a la retirada del calendario internacional de la UCI”, indicó la UCI.

“Por el interés general, todos deben luchar contra el riesgo de propagación del virus. Más de un mes y medio después de la publicación del protocolo de conducta a seguir, y con las mejoras realizadas en el dispositivo, es importante que cada miembro de la familia de ciclismo de ruta sea responsable de sus acciones”, expresó el presidente de la UCI, David Lappartient.

“En un momento crucial de la temporada para nuestro deporte, donde, como podemos ver, la situación sigue siendo frágil, es esencial actuar más unidos y responsables que nunca”, añadió el mandatario, que, aunque admitió que el ciclismo “sigue vivo, el riesgo existe en todas las carreras, incluso en el Tour de Francia”. Por eso, subrayó: “Estas son reglas, no recomendaciones. No hay elección, deben ser respetadas”. La intención es que no se vuelva a repetir lo de Burgos, donde hubo riesgo de contagios.