ientras Lance Armstrong narra su verdad en el documental Lance, esa biografía unida irremediablemente al dopaje y al uso de la EPO, "carburante de gran octanaje", según descripción del texano, el ciclismo late frente a otra polémica después de que Tom Dumoulin, luminaria indiscutible y ferviente defensor de la lucha contra el dopaje, anunciara días atrás su abandono del Movimiento Por un Ciclismo Creíble (MPCC) debido al uso de cetonas en su equipo. El consumo de este polémico suplemento alimenticio del que hace gala el Jumbo fue el detonante de la decisión de Dumoulin para borrarse de la iniciativa. El holandés, uno de los líderes del Jumbo, entiende que al MPCC "se les ocurrió la historia de que el uso de cetonas es muy peligroso. Pensé que era una actitud muy hipócrita. Nuestro equipo usa cetonas, por lo que es un poco hipócrita para mí ser miembro del MPCC. Esas dos cosas juntas me llevaron a darme de baja".
¿Pero, qué es la cetona? Es un complemento alimentario que no está incluido en la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ni de la Unión Ciclista Internacional (UCI) pero que, aún así, genera controversia. La sustancia en cuestión es un producto sintético, si bien no se trata de un medicamento que contribuye a una mejora del rendimiento, y está indicado para que un atleta que efectúa un esfuerzo intenso y que se someta a una dieta baja en grasas pueda rendir al máximo sin que sufra desfallecimientos. Las cetonas se acumulan cuando el cuerpo comienza a quemar grasa para obtener energía.
Para Gérard Dine, profesor de biotecnología de la escuela central de París, este elemento busca la optimización de la dieta para lograr el máximo rendimiento físico posible del deportista. En condiciones normales, las cetonas las produce el cuerpo humano cuando necesita un aporte energético suplementario. Sin embargo, en condiciones de máxima exigencia, su segregación produce el efecto contrario, es decir, bloquea la producción de vatios, el catequismo encima de una bicicleta. "En ciclismo, se traduciría en una pájara", expone el experto. Para evitar la aparición del señor del mazo, se cree que varias formaciones han apostado por este suplemento desarrollado en laboratorios del Reino Unido y que emplea el Ejército de los Estados Unidos como parte de la dieta de sus soldados para ciertas campañas. En cualquier caso, la cetona no tiene el tratamiento de sustancia dopante. Ni la AMA ni la UCI la consideran como sustancia prohibida.
Tratándose, por tanto, de un suplemento legal que mejora el rendimiento, el uso de la cetona estaría cada vez más extendido entre los ciclistas. Así lo piensa Dine, uno de los ideólogos del pasaporte biológico. Un síntoma de su uso, según el experto, es que los ciclistas están más delgados y su rendimiento deportivo no se vería mermado, ya que las cetonas servirían para mantener ese delicado equilibrio. Serían las costuras que permitirían mantener un menor peso, pero un máximo rendimiento en un deporte en el que rige la ecuación peso-potencia. El suplemento permite que la dieta sea más radical y esté más focalizada únicamente en productos destinados a optimizar el aporte energético.
Se estima que la cetona mejora el rendimiento entre un 2% y un 6% según los estudios realizados a ciclistas no profesionales sometidos a esfuerzos aeróbicos. Se comprobó que aquellos que se hidrataron con bebidas enriquecidas presentaban los niveles más bajos de ácido láctico. El suplemento mitigaba el cansancio y la fatiga muscular, ya que era capaz de reducir la incidencia de un compuesto que se asocia a la tensión muscular y al dolor y el cansancio del ciclista. "Eso no significa que sean dopantes. Eso significaría que llevar una dieta sana también fuera dopante. Son complementos alimentarios, no rompen la relación entre nutrientes y rendimientos, como puede suceder con los corticoides, por ejemplo", introduce Dine.
Sin embargo, para el MPCC, el uso de las cetonas y el desconocimiento sobre sus posibles efectos secundarios cuestionarían su empleo. "La posibilidad de una mejoría en el rendimiento y de que supongan un riesgo de problemas para el futuro son negativos", advierte Roger Legeay, presidente del organismo. Además, argumenta que "muchos de los doctores de los equipos que pertenecen al MPCC nos dicen que no están empleando las cetonas porque existe mucho desconocimiento y no permiten su uso hasta que se conozca más sobre sus posibles efectos". "De confirmarse ese riesgo, entonces se considerarían dopantes, lo que generaría un problema suplementario, ya que sería complicada su detección, al ser también producidas por el organismo de forma natural", establece Dine. Las cetonas de las discordia.
"De considerarse dopante, se generaría un problema, ya que son producidas también de modo natural", dice el biotecnólogo Gérard Dine