- Es una más de las muchas consecuencias negativas del covid-19, que obligó a la organización a anunciar la suspensión provisional de la prueba hace un par de semanas. A menos de quince días para que venza el plazo marcado para tomar una decisión definitiva sobre el evento de 2020, el director general de Ironman para la zona sur de Europa, Agustí Pérez, advierte de que están a la espera de la respuesta de las instituciones sobre la fecha alternativa -en octubre- propuesta. Al mismo tiempo, el directivo desvela los planes de futuro de la franquicia, que pasan por recuperar el año que viene el Ironman de media distancia y programar las dos pruebas en fines de semana consecutivos. Para ello, es necesario renovar el contrato con el Ayuntamiento que concluye este curso y sustituirlo por otro de "larga duración".
Se ha tratado de evitar hasta el final pero la suspensión del Ironman Vitoria-Gasteiz ha terminado siendo inevitable. ¿Qué supone esta decisión?
-Desde Ironman estamos acometiendo los problemas del covid de la misma manera en todas las ciudades en las que organizamos eventos. Es un imprevisto importante pero siempre estamos buscando y garantizando la seguridad para nuestros participantes y para toda la gente que configura la organización del evento. En el caso concreto de Vitoria-Gasteiz lo que hemos hecho es trabajar con las autoridades en todo momento e intentar avanzar para ver y monitorizar la situación en España y más concretamente en Vitoria y el País Vasco.
¿Cómo ha sido el proceso?
-Hemos trabajado en la adaptación para esta nueva normalidad, ver qué pasará con los eventos de aquí a que se puedan celebrar y en la visualización lo que hicimos fue pedir a Ayuntamiento, Diputación y Gobierno Vasco que queríamos tener alguna información más para poder tirar hacia adelante con un evento de esta envergadura. Y más siendo conscientes de que más del 70% de participación es extranjera y eso condiciona mucho porque el cierre de fronteras no habilita en estos momentos para poder hacer desplazamientos. Y la verdad es que nos hemos quedado un poco así, porque enviamos todas las notificaciones al Ayuntamiento y nos respondió que en el estado de alarma no se iba a tomar ninguna decisión al respecto. Con lo cual para prevenir males mayores tomamos la decisión unilateral de posponer la prueba. Nuestros participantes día a día estaban viendo cómo se cancelaban eventos incluso de nuestra propia empresa en el resto del mundo con fechas de celebración posteriores a la de Vitoria y no tenía ningún sentido no poder informar a gente que ha contratado un vuelo, un hotel, que viaja con toda la familia...
A partir de ahí se abre un escenario nuevo.
-Habíamos sido avisados por el Ayuntamiento de que solo nos respondería después del estado de alarma pero le propusimos, de manera explícita, sentarnos o hacer una videoconferencia o lo que sea, para enfocar el problema y buscar una fecha alternativa, que realmente ya está propuesta. Con todo ello ahora estamos esperando instrucciones desde las administraciones para que nos habiliten. Evidentemente somos muy conscientes de que esto no es una situación fácil y que nadie tiene una varita mágica para saber cómo va a evolucionar todo. Parece que empieza a verse la luz al final del túnel y nuestra intención es intentar desplazar lo más tarde posible el evento dentro de lo que permitan las condiciones climáticas y a la vez que cumpla todos los requisitos. Por nuestra parte como organización vamos a hacer lo máximo. Estamos trabajando con las federaciones española e internacional, el CSD... y haciendo también desde Ironman nuestros propios planes de adaptación de los eventos, que evidentemente requieren un nuevo formato. Pero ahora mismo estamos en ese punto. A la expectativa de que el Ayuntamiento nos responda o nos cite aunque sea de forma virtual para poder visibilizar o informar de una nueva fecha o ver cómo evolucionamos.
¿No ha habido por lo tanto ningún contacto todavía con las instituciones?
-No, la verdad es que no y estamos un poco impacientes. Aunque también entendiendo mucho la situación, que no es fácil. Y como nos pasa igualmente en el resto de eventos que organizamos visualizando que lo más importante en estos momentos es la salud y centrarse en minimizar al máximo el riesgo que hay actualmente. Pero lo cierto es que no podemos parar, porque necesitamos ver si es factible o no y qué limitaciones tenemos. Ese es un trabajo conjunto que podemos hacer y estamos haciendo con el resto de administraciones. De hecho si ponemos el ejemplo del resto de España hemos trabajado con los diferentes ayuntamientos y tenemos ya nuevas fechas desde Alcudia a Calella, en Barcelona, Marbella o Madrid para poder ofrecer a los participantes. Algo que también quiero hacer extensivo a toda la ciudadanía de Vitoria por todo lo que implica. Es el evento que atrae más gente a la ciudad a nivel internacional por lo que tengo entendido y no solo impacta en lo que es la prueba sino que lo hace en hoteles, restauración, comercio, turismo... Evidentemente es algo complejo, no estamos hablando de una situación fácil porque va cambiando constantemente y somos muy conscientes de que no depende de una única administración pero estamos abiertos a trabajar y poner todos los medios que hagan falta para que sea factible poder celebrar el evento de aquí a final de año.
La puerta a poder celebrar este Ironman en 2020 aún no está cerrada del todo. ¿Hay opciones de verdad o son muy remotas teniendo en cuenta que el límite para anunciar la decisión es el 4 de junio?
-Tengo muchas esperanzas de que sea posible, está claro. Porque creemos que, entre comillas, es fácil poder hablar y comentar la situación. El plazo del 4 de junio que se ha informado a los atletas creíamos que era óptimo para tener alguna respuesta. Si, aunque sea sin tener una respuesta definitiva, sí podemos informar a los atletas de que se está trabajando y que se ha iniciado el proceso de visualización de la fecha y demás, informaremos y reaccionaremos en aras no solo a salvar un evento sino a salvar también parte de la economía y el turismo de Vitoria-Gasteiz y el País Vasco. Ahí estamos todos alineados. A nivel sanitario las garantías tienen que ser ofrecidas también por la administración pero por la parte privada que somos nosotros estamos trabajando por todos los medios para que así sea y nos encantaría poder explicar todo aquello que ya estamos haciendo.
¿La pelota de que el Ironman Vitoria-Gasteiz se pueda celebrar en 2020 por lo tanto está ahora mismo en el tejado de las instituciones?
-Bueno, de hecho no es así porque nosotros también tenemos que demostrar todas las garantías para que se pueda celebrar el evento. No me hubiera gustado haber llegado a este punto pero también entendemos por qué se hacen y se deciden cosas. Estamos en un estado de alarma aún y hay algunos trámites complicados de realizar... Así que no es que esté la pelota en su tejado pero sí que es verdad que tienen que coger el teléfono y llamarnos como mínimo. El Ironman Vitoria-Gasteiz, que desde el primer año ha sido una prueba excepcional, valorada con más de un 92% de satisfacción por parte de los atletas, que había completado la inscripción con un récord de 3.100 participantes, ha conseguido que el foco esté muy puesto sobre él porque es una prueba excelente. Y la localidad también. Por lo tanto en esa tesitura nos encontramos a día de hoy pero somos conscientes de que esto se va a resolver para una cosa u otra. La verdad es que tenemos muchas ganas de poder profundizar en ver las máximas posibilidades, con todas las garantías y hacerlo conjuntamente. Siempre hemos necesitado a las instituciones, siempre las vamos a necesitar y está claro que el trabajo conjunto se tiene que notar en todo esto.
¿La nueva fecha estaría en el mes de octubre, es posible ir más allá?
-Por lo que estamos visualizando la situación nos llevaría al mes de octubre, porque ir mucho más allá se complica por las condiciones climáticas y tener que nadar en Landa. Creemos que también es una buena fecha. Por otro lado estamos hablando de hacer un Ironman y para que los participantes que han estado confinados tengan el tiempo de poder prepararse creemos que octubre es un mes óptimo. Está claro que serán unas condiciones diferentes a las que había pero Vitoria con el espectáculo de sus paisajes y el clima no es tan duro en octubre como la gente se podría imaginar. Después una de las cosas que creo que hemos demostrado es que el Ironman Vitoria-Gasteiz no es un evento más, es el evento. El año pasado el espectáculo que se vivió fue increíble, recordó mucho a aquel famoso Mundial de Larga Distancia de 2012. Imaginad lo que hubiera sido este año con casi mil participantes más. Con los acompañantes y demás suponen casi 15.000 personas directas que vendrían a Vitoria. La nueva realidad no va a permitir eso pero bueno, volverá cuando todo se regularice y Vitoria para nosotros es un enclave estratégico y estamos muy contentos. A nivel internacional ya la reacción de los atletas te lo dice.
Octubre quedaría un mes muy deportivo con la llegada también a Vitoria de la Vuelta Ciclista a España.
-Estas cosas y más dadas las circunstancias hacen que la gente se anime y, con todas las precauciones que hay que tener, salga de nuevo. No hay que agachar la cabeza y tenemos que reactivar todo. Tenemos la capacidad y Vitoria lo ha demostrado también. Tiene una capacidad extrema de poder trabajar a la perfección y sobre todo con esta sintonía, siempre trabajando de la mano de las instituciones. Somos un buen equipo y pienso que tenemos que seguir funcionando. Muchas veces se habla mucho de eventos que son muy llamativos como la Final Four u otros del pasado. Lo respeto totalmente pero ya sabemos lo que deja también a nivel social el Ironman. No solo es un evento de profesionales sino de gente muy popular y amateur que hace un deporte muy espectacular y bonito de vivir.
¿La posible participación en la prueba también se verá muy afectada?
-Claro. Gente de Estados Unidos o países muy alejados igual ahora no van a poder venir. Pero cuando se inicie el proceso de apertura de fronteras con países con los que se llegue a acuerdos bilaterales por ejemplo Inglaterra, Alemania, Francia o Italia y el resto de España, que en muchos casos se puede llegar en coche, vamos a estar muy atentos como organización para poder ofrecer garantías y facilidades para que los atletas que están más cercanos al evento puedan disfrutar de él.
¿Qué mensaje trasladaría a los atletas que ya tenían su dorsal para el 12 de julio?
-Para nosotros, primero de todo, es una situación impredecible. Nadie se imaginaba que pudiera pasar algo así, nadie podía pensar que estuviéramos intentando salvar todos los eventos como consecuencia de la emergencia sanitaria que padecemos. Entonces lo que tengo que decirles primero es agradecerles la paciencia que están teniendo con nosotros. Por otro lado, que realmente no está en nuestras manos porque dependemos de las autoridades que son las que nos tienen que habilitar a hacer los eventos. La situación como todo el mundo ve es cambiante, cada población es diferente y nosotros siempre hemos trabajado solo mirando la salud de nuestros participantes y de nuestro equipo, que debe organizar el evento. Y, de la mano de las instituciones, buscar la mejor de las soluciones para todos. Eso está claro. Pero el mensaje es que nosotros vamos a luchar por salvar los eventos. Sin duda alguna. Al final se trata también de poder salir adelante y animarnos todos juntos y desde la organización a los atletas lo que les digo es que sigan entrenando, que intenten mantenerse en forma, que evidentemente no es fácil preparar un Ironman y que ahora que ya se puede empezar a practicar deporte que sigan con la ilusión de que este año, aunque en fechas diferentes, podemos tener una opción factible de organizar el evento y que estaremos por ellos hasta el último minuto. Si no puede ser, evidentemente trasladaremos la prueba a 2021. Pero ese escenario sería ya consensuado con las autoridades y nos gustaría que fuera lo antes posible para poder tener una visualización clara para todos. Porque esto no va de si estas en un lado o en otro, si eres participante u organizador. Realmente el problema lo tenemos todos. Es fácil a veces hacer juicios de valor cuando no se conocen todas las circunstancias.
¿Qué volumen mínimo de participación sería necesario para celebrar la prueba este año si las circunstancias lo permiten?
-La verdad es que tenemos que valorarlo porque cada evento es diferente. Hay que ver también cuántos de nuestros atletas van a poder venir, porque puede haber inscritos de países con las fronteras cerradas. Así que eso habrá que valorarlo más adelante y ver también qué restricciones podemos tener por temas sanitarios. Ahora mismo eso es justo lo que nos falta. Ese trabajo. Nosotros vamos a tomar todas las medidas necesarias, siguiendo los protocolos que ya está marcando Ironman y los que digan las autoridades. Por eso necesitamos saber todo esto, porque aunque la participación sea menor la inversión en el evento probablemente tendrá que ser mayor. Está claro, porque las medidas a tomar son importantes. Pero estamos esperanzados y a la vez invertiremos lo que haga falta.
"Nuestra intención es intentar desplazar lo más tarde posible el evento dentro de lo que permitan las condiciones climáticas"
"No ha habido ningún contacto aún con las instituciones y estamos un poco impacientes, tienen que coger el teléfono y llamarnos como mínimo"
"Sabemos que la situación no es fácil y que nadie tiene una varita mágica para saber cómo va a evolucionar pero estamos esperanzados"