- La celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021 sigue siendo una incógnita debido a la evolución de la pandemia cuando resta poco más de un año para el evento, aunque una cosa parece clara: nadie contempla un nuevo aplazamiento.
Dos meses después de que los anfitriones y el COI acordaran posponer los Juegos hasta el verano de 2021 no hay soluciones a la vista para los desafíos que representa organizar un acontecimiento deportivo de escala global en medio de una crisis sanitaria de alcance también planetario. Este escenario, unido a la falta de avances por parte de los organizadores en la colosal tarea de reprogramación, mantiene entre interrogantes la celebración del evento y alimenta la especulación sobre qué sucederá si el horizonte no se despeja en los próximos meses.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, trasladó al presidente del COI, Thomas Bach, que 2021 constituye para Japón la “última opción” para celebrar los Juegos. Bach respaldó esta postura debido a que “no se pueden emplear indefinidamente a 3.000 o 5.000 personas para la organización” ni “cambiar cada año el calendario deportivo mundial” o “mantener a los atletas en la incertidumbre”.
“No podemos posponer los Juegos de nuevo y tenemos que asumir que no habrá una vacuna, y si la hay, no será suficiente para distribuirla en todo el mundo”, dijo en la misma línea John Coates, responsable del COI para supervisar los preparativos de Tokio. Coates admitió que la organización afronta “verdaderos problemas” de cara a acoger a atletas y público.
El comité de organización de los Juegos, por su parte, ha sido ambiguo y extremadamente cauto a la hora de abordar qué sucederá si la pandemia siguiera complicando la celebración del evento en 2021.
Mientras que el presidente del comité organizador, Yoshiro Mori, ha afirmado categóricamente que no habrá más retrasos y que los Juegos se cancelarán si no son el próximo año, el director ejecutivo del mismo organismo, Toshiro Muto, se ha negado a hablar de esa posibilidad.
“Queda más de un año. No deberíamos discutir o debatir en estos momentos sobre una nueva reprogramación”, dijo Muto.
Los expertos sanitarios coinciden en que la existencia de una vacuna disponible en todo el mundo o de un tratamiento efectivo serían las únicas garantías para poder organizar un evento de la magnitud de los Juegos plenamente seguros para público y atletas.
Mientras ninguna de estas soluciones parece estar al alcance a corto plazo, el mundo del deporte intenta volver a funcionar con pies de plomo, recurriendo a una “nueva normalidad” que podría llegar también a los Juegos de Tokio.
El COI estaría abierto a discutir la celebración de competiciones olímpicas sin público.
“No es lo que queremos”, subrayó el responsable del COI, quien añadió que para tomar una decisión habría que consultar con atletas, organizadores nipones y la Organización Mundial de la Salud.