Iberostar Tenerife85

M. Andorra87

IBEROSTAR TENERIFE: Huertas (20), Salin (13), White (4), Bogris (7) y Konate (8) -cinco inicial-, Lundberg (2), Yusta (9), Díez (3), Gielo (0), Guerra (0), Shermadini (19) y López (0).

MORABANC ANDORRA: Hannah (7), Massenat (11), Todorovic (20), Sy (4) y Diagne (14) -cinco inicial-, Pérez (4), Llovet (4), Walker (8), Senglin (8) y Musli (7).

Parciales: 27-28, 44-49 (descanso), 62-70 y 85-87.

Árbitros: Hierrezuelo, Conde y Caballero. Eliminaron a Yusta.

Incidencias: Martín Carpena de Málaga, 8.736 espectadores.

MÁLAGA - El Morabanc Andorra hizo historia ayer en la Copa al clasificarse para las semifinales en su tercera participación. Los del Principado, que hace tres años quedaron eliminados en cuartos de final de forma polémica ante el Real Madrid, se sacaron la espina ante el Iberostar Tenerife y hoy pelearán por la final ante el Casademont Zaragoza.

El triunfo del equipo pirenaico fue muy apurado, aunque no injusto ya que dominaron durante la mayoría de los minutos gracias a una defensa muy física e inteligente en lo táctico. La explosión inicial de Dejan Todorovic, con trece puntos en el primer cuarto, dio alas al Andorra, mientras los de Txus Vidorreta no podían encontrar sus conexiones habituales entre Marcelinho Huertas y Shermadini. El base brasileño se convirtió en el máximo asistente de la historia del torneo, pero a costa de acaparar mucho el balón ya que el Andorra le concedió esa opción.

Diagne, con su tiro frontal, aportó unos puntos importantes en el segundo cuarto para que los andorranos mantuvieron la renta y el Tenerife solo pudo igualar en el tercer cuarto cuando encontró a sus tiradores. Los canarios parecieron encontrar su momento, aunque sus pérdidas permitieron al Andorra anotar a campo abierto. En el último cuarto, Marcelinho acudió al rescate de su equipo y pudo ser héroe cuando colocó a su equipo por delante a 37 segundos del final. Llovet devolvió el mando al equipo de Ibon Navarro, que acertó al adjudicar la defensa del veterano base a Bandja Sy para las últimas jugadas. En la penúltima, Huertas pisó la linea, pero luego forzó una falta de ataque para dar a su equipo el último balón a dos segundos de final. En el saque, el Andorra logró recuperar la pelota y sellar su pase a una semifinal histórica en la que se medirá al anfitrión