CSKA60
Real Madrid55
CSKA James (19), Hilliard (14), Kurbanov (4), Hines (10) y Voigtmann (3) --quinteto inicial-- Bolomboy (2), Antonov (-), Vorontsevich (-), Koufos (4), Baker (-), Sant-Roos (4) y Ukhov (-).
REAL MADRID Campazzo (11), Causeur (3), Deck (4), Thompkins (14) y Tavares (2) --quinteto inicial-- Mickey (5), Taylor (3), Carroll (2), Llull (-), Laprovittola (8) y Reyes (3).
Parciales 14-21, 12-12, 17-10, 10-7.
Árbitros Christodoulou, Paternico y Bissang.
Pabellón Megasport Arena. 8.517 espectadores.
moscú - El Real Madrid vio frenada su excelente racha en la Euroliga tras perder este martes ante el actual campeón, el CSKA Moscú, en un partido marcado por los abundantes errores y la parca anotación (60-55) después de 13 victorias consecutivas que habían situado a los merengues en lo más alto de la clasificación en la Liga regular.
El Megasport Arena seguirá siendo un pabellón maldito para Pablo Laso, el único de los grandes escenarios europeos donde no conoce la victoria como técnico del Real Madrid. Este martes no estuvo lejos, pero el prolongado cortocircuito del tercer cuarto fue definitivo para que los rusos apagaran la magnífica racha de los madridistas.
Los blancos, que no perdían en Euroliga desde el pasado mes de noviembre, buscaban su triunfo número 14 ante un CSKA venido a menos y que atraviesa dificultades machacado por las bajas: Ni Strelnieks, ni Hackett pudieron ayudar a un equipo que respiró con la presencia del alero Howard Sant-Roos, flamante fichaje para reforzar a los moscovitas.
Ante la dificultad, Mike James y Kyle Hines tiraron del carro, como suele ser habitual, sobre todo tras un comienzo cómodo para un Real Madrid que no mostró síntomas de vulnerabilidad. Thompkins metió la quinta marcha y nadie tosió su fortaleza. Nueve puntos y ventajas amplias para los españoles (14-21). Hasta Felipe Reyes volvió con un triple tras su lesión. Todo era de color de rosa para los de Laso.
Sin embargo, algo se torció cuando comenzó a nublarse el porcentaje desde el perímetro. Laprovittola intentó maquillar el bajón de los merengues, pero la pájara fue evidente. Hasta ocho ataques consecutivos, más de seis minutos estuvo el Real Madrid sin anotar. El CSKA no culminó la remontada en ese momento, aunque sí comenzó a echar el aliento en la nuca a su rival.
La ventaja se redujo y el equipo de Itoudis se agarró a la muñeca caliente de James para ir dando mordicos al marcador hasta conseguir revertirlo. El 34-33 a los 25 minutos fue la primera ventaja local y el 49-47 -a cinco minutos del final- terminó siendo definitivo para los de casa. Campazzo lo intentó evitar con un triple estratosférico, pero ni Llull, que también volvía, ni Carroll tuvieron su día en el lanzamiento.
Hilliard selló la victoria con un triple a falta de 37 segundos (58-54) y puso fin a la racha madridista, además de mantener la maldición de Pablo Laso en la cancha del CSKA. Se rompió la magia de un Real Madrid que echó mucho de menos a Anthony Randolph y Rudy Fernández, dos pistoleros que atraviesan un dulce momento. El siguiente reto será este jueves, también en Rusia, ante el Khimki. - E.P.