metidos de lleno en el mes de octubre, este próximo domingo nos acercaremos a la localidad alavesa de Legutiano para tomar parte en una preciosa carrera de 16 kilómetros con 650 metros positivos de desnivel. Esta discurre casi en su totalidad por las faldas, bosques y crestas de los dos montes que subiremos, como son el Albertia, con sus 867 metros, y el Jarindo, techo de la prueba con sus casi 900 metros de altitud. La carrera que cumple su octava edición contará con unos 300 participantes que podrán disfrutar de las pistas, senderos, bajadas estrechas y rápidas, así como del calor de la gente de Legutiano que a buen seguro animarán sin descanso a los corredores.

A las 11.00 horas, una vez recogido el dorsal, la prueba comenzará en la plaza mayor del pueblo. Aquí tendremos más de un kilómetro de asfalto, en cómodo descenso, que servirá para estirar el pelotón de corredores. Unos saldrán a tope buscando los primeros puestos y así evitar incomodos embudos provocados por estrecheces en el recorrido. Otros saldremos mucho más tranquilos, buscando sensaciones y, en mi caso, calentar las piernas, ya que, como he comentado otras veces, no soy de hacerlo antes de la carrera, lo cual asumo que es un gran error. Ya se sabe, en casa del herrero?

Después de ese kilómetro asfaltado, llega la primera cuesta con la que habrá que tener cuidado, no por su dureza, que también, sino por el cambio de ritmo que tendremos que hacer. Algún gemelo que otro notará los efectos de esos 200 metros de rampa. Una vez concluida, hasta llegar al embalse de Albina, la organización, con muy buen criterio, en lugar de llevarnos por una pista ancha, lo hace por un sendero estrecho de unos 1.500 metros de longitud. Se trata de un terreno muy bonito con algo de barro, seguro, y en ligera subida.

Ya en el embalse recuperamos la anchura y el terreno llano de la pista que en un kilómetro nos deja en las faldas de nuestra primera cota a ascender, el Jarindo. Es una subida de unos dos kilómetros y medio hasta llegar al buzón. El terreno es ancho pero sus casi 250 metros positivos, lo que equivale a un 10% de desnivel medio, tampoco nos permitirán muchas alegrías. No nos las podremos tomar los mortales, ya que los primeros corredores seguro que subirán corriendo todo el rato y a buen ritmo.

Coronado el Jarindo merece la pena, en caso de tratarse de un día abierto, parar unos segundos a contemplar las vistas que desde allí arriba tendremos. Podremos observar, Gorbea, Anboto, Aitzgorri y, por supuesto, todos los montes que les rodean, así como los embalses que circundan Legutiano. Una vez disfrutado del momento encaramos los dos kilómetros de bajada que tenemos por delante. Se trata de un descenso rápido. Eso sí, no estará de más andar con cuidado debido a varios tramos de muchas ramas y de curvas bastante cerradas muy pedregosos, los cuales encontraremos mientras lo corremos.

Llegado abajo es justo el punto intermedio de la carrera. Nos queda, de todas formas, un kilómetro para llegar al avituallamiento. Aquí, de nuevo, en lugar de ir por el camino más fácil, que es una pista ancha, el trayecto proyectado por los organizadores nos mete por una senda muy bonita al abrigo de los árboles en un bosque precioso. Podremos disfrutar, además del entorno, de poder correr por encima de hojas que amortiguarán nuestros pasos. Sin duda una gran elección, sobre todo si sale un día caluroso ya que iremos protegidos por una buena sombra.

Tiempo de avituallamiento Aproximadamente en el kilómetro 9 llegamos al único momento donde, salvo que llevemos mochila de hidratación, podremos reponer líquidos. Por delante nos queda el tramo final de la subida al Albertia, nuestra segunda y última cima del día. Lo podemos dividir en dos tramos, el primero una zona de senderos estrechos con mucha hojarasca que sirvió de refugio en la ofensiva en plena Guerra Civil española cuando tropas republicanas del frente de Bizkaia intentaron tomar la ciudad de Vitoria que se hallaba en poder de los sublevados. Por eso en este tramo observaremos un montón de agujeros de obús e incluso transitaremos por zonas que eran las antiguas trincheras.

Por fin llegaremos al segundo tramo de la subida, justo donde se une con el ascenso tradicional desde Legutiano. En unos 500 metros estaremos en el característico buzón del Albertia. Ya solo nos queda bajar, en primer lugar, en dirección contraria a la línea de meta, justo hasta llegar a un claro, lugar donde se encuentra una placa y un monumento homenaje a los más de mil muertos entre gudaris y milicianos de la batalla que antes comentábamos. En este punto daremos un giro de 180 grados para ya si enfilar los últimos cuatro kilómetros.

Cabe resaltar el espectacular sendero, llamado de los helechos, estrecho, lleno de vegetación y donde los que aun tengan piernas podrán dar rienda suelta a sus zapatillas. Nos quedará un kilómetro de aproximación al pueblo. Es justo aquí en la entrada donde nos encontramos el regalo que nos hace la carrera en forma de pared de cemento. Según me han comentado hasta los primeros de la clasificación tienen muchas veces que echar a andar por la dureza de la rampa final que tendremos que acometer. Finalmente, ya solo quedará una recta donde a buen seguro sentiremos el calor de los vecinos, antes de llegar a la meta.

Todo esto, además de buen ambiente, es lo que nos espera este domingo en Legutiano. Por cierto, el que quiera puede visualizar el recorrido puede hacerlo, en un vídeo a cargo de @trailjuanpa en el enlace https://youtu.be/Vv9ylgmxq-U

Un saludo y nos vemos este domingo.

Si quieres que tu prueba aparezca en esta sección, puedes ponerte en contacto conmigo en hoycorremos@noticiasdealava.eus

Domingo 20 de octubre

Dorsales (casa cultura)9.00-10.50

Consigna para bolsas:En la salida

Salida carrera11.00

Hora límite final13.30

SorteosFin de prueba

Duchas masculinasPolideportivo

Duchas femeninasGimnasio