vitoria - Por si no tenía suficiente potencial bajo los aros y una plantilla descomunal para convertirse en uno de los candidatos más cualificados al título tanto en la ACB como la Euroliga, el Real Madrid ha añadido una nueva pieza con el fin de erigirse en un equipo prácticamente imbatible.

Todavía no es oficial, pero la entidad merengue tiene apalabrado ya el fichaje de Salah Mejri. El espigado pívot tunecino, de 2,18 metros de altura y 33 años, fue cortado en febrero de este año por los Dallas Mavericks en la NBA y se hallaba a la espera de ofertas interesantes. En las últimas semanas estaba rodándose en la CBA china en la pretemporada cubriendo la baja por lesión de Brandon Bass en el Liaoning. Finalmente ha recibido una llamado para retornar al conjunto merengue, donde ya militó entre 2013 y 2015 tras una temporada previa en el Obradoiro.

Mejri aterriza en la capital de España tras disputar el pasado Campeonato del Mundo con Túnez, donde se midió a España en la primera fase. A partir de ahora, el gigante nacido en Jendouba -que no ocupará plaza de extracomunitario- formará una pareja de auténtico lujo junto a Walter Tavares en una pintura blanca rebosante de centímetros y capacidad intimidatoria. En principio, este fichaje no supondrá el sacrificio de ningún otro jugador interior en manos de Pablo Laso. Cabe recordar que en los últimos días había salido a la luz el sobrepeso y el bajo estado de forma de Trey Thompkins, que aún no ha debutado esta campaña.

El preparador vitoriano dispondrá en el futuro de una interminable rotación interior con el objetivo de dar descansos y dosificar a todas sus piezas. Y es que, al margen de sus dos torres de origen africano y el citado cuatro estadounidense, también cuenta con Anthony Randolph, Jordan Mickey, Felipe Reyes, Gabriel Deck y el prometedor Usman Garuba, que acaba de debutar en la ACB dejando unas inmejorables sensaciones. En definitiva, un lujo al alcance de casi nadie. - O.S.M.