Madrid - Los banquillos de LaLiga Santander presentan cuatro novedades, tres debutantes y un duelo por el título entre tres técnicos con los presupuestos más altos, Ernesto Valverde y su nueva bala en el Barcelona por la confianza de su presidente, Diego Simeone y una reinvención obligada por la pérdida de grandes referentes más Zinedine Zidane con la obligación de títulos.
La continuidad en los banquillos de la elite del fútbol español marca la temporada 2019-20. De los veinte equipos que dan forma a LaLiga Santander, solamente cuatro presentan caras nuevas en sus banquillos. Julen Lopetegui en el Sevilla, Joan Francesc Ferrer Rubi en el Betis, David Gallego al frente del Espanyol y Asier Garitano dirigiendo al Alavés son las novedades.
El pulso de técnicos aspirantes al título promete emociones fuertes con tres plantillas reforzadas para alcanzar su objetivo. El gran dominador de LaLiga en la última década, el Barcelona, apostó por la continuidad de Ernesto Valverde en su momento más débil. Su gran valedor, el presidente Josep Maria Bartomeu, se enfrentó a cualquier voz en contra dentro de su directiva. La debacle en Liga de Campeones y cerrar el curso perdiendo la Copa ante el Valencia rebajaron la euforia de una nueva Liga. Nada hizo cuestionar la continuidad de un técnico como Valverde a quien le han reforzado el equipo para dirigir una plantilla que, en caso de que se confirme el regreso de Neymar, estará entre las mejores de la historia del conjunto azulgrana con la llegada de futbolistas del nivel de Antoine Griezmann y De Jong. Siete de las diez últimas Ligas han sido para un Barcelona que exige más al técnico en Europa.
Para intentar poner freno aparece el técnico más longevo, el argentino Diego Simeone al mando del Atlético de Madrid de su corazón desde diciembre de 2011. Tras volver a instalarle entre los grandes de Europa, darle un título de Liga y cambiar el rumbo del club, encara un año especial por una obligada reinvención.
Ha perdido a líderes del vestuario como Godín o Juanfran, a referentes en el campo como Griezmann, Lucas Hernández, Filipe Luis o Rodri. Dispone de una inversión de 250 millones que promete ser mayor con un fichaje importante en la recta final, de un puñado de jugadores competitivos con experiencia en otras Ligas y, sobre todo, de la joven perla del fútbol mundial. Tras la irrupción de Mbappé, nadie se desenvuelve con tanta soltura sintiendo los focos apuntándole como el portugués Joao Félix. El gran mérito del Cholo es que su equipo ya muestre la identidad que le identifica en pretemporada en la reconstrucción de un nuevo Atlético de Madrid, siempre competitivo.
el reto de zidane Debe conseguirlo en el Real Madrid Zidane. Lo primero devolver la ilusión al madridismo y luego crear un bloque que recupere el hambre, que compita con ambición. El francés aceptó el reto de volver cuando vio su equipo a la deriva tras los experimentos fallidos con Julen Lopetegui y Santi Solari. Por primera vez tendría la capacidad de quitar y poner en su plantilla, aunque la realidad es que sus deseos no se han cumplido. El deseado Paul Pogba no llegó y sigue viendo en su vestuario a Gareth Bale y James Rodríguez a los que no quiere. Tras un año en blanco, sin títulos grandes, la exigencia en el Real Madrid aumenta para Zidane. Marca LaLiga como el gran objetivo, la que sería su segunda, consciente de que volver a pelear por todo pasa por recuperar la regularidad en el torneo doméstico. Con Eden Hazard asumiendo el liderazgo perdido de Cristiano Ronaldo pero muchas dudas por despejar.
En el banquillo del último equipo de Liga de Campeones, el Valencia, las aguas comenzaron revueltas y con peligro de continuidad para Marcelino García Toral por una guerra interna de sus mandatarios. El técnico asturiano remontó en la pasada Liga para acabar cuarto, cumpliendo los objetivos y relanzando a su equipo. Superada la crisis queda por ver si su bloque se mantiene o pierde a una de sus estrellas, Rodrigo Moreno, tras fichar gol con Maxi Gómez.
vuelve Lopetegui Entre las novedades destaca las ganas de reivindicarse de Lopetegui con un Sevilla nuevo, diseñado por Monchi que apostó por un técnico que pasó de ser apartado de un Mundial que se había ganado a pulso con la selección española a unos meses duros, repletos de mala fortuna, al mando del Real Madrid. Su sueño apenas duró seis meses y llega a un banquillo donde podrá mostrar todos sus conocimientos con el deseo de meterlo en la pelea entre grandes.
El Espanyol, que regresa a Europa, encaró la marcha de un técnico con sello propio como Rubi apostando por la casa. David Gallego da el salto y se estrena en la elite mientras Rubi está obligado a cambiar la cara de un Betis cuya afición se cansó del estilo de posesión del romántico Quique Setién.
En el Deportivo Alavés no continúa el técnico del milagro, Abelardo Fernández, que espera nuevos retos de mayor dimensión para su carrera y llega Asier Garitano con el recuerdo de su buen trabajo en un equipo de perfil similar como el Leganés, tras un paso fugaz por la Real Sociedad.
José Bordalás no dudó en continuar en el Getafe tras protagonizar la temporada más importante de la historia del club azulón, quinto en la última Liga y a las puertas de Champions. Encara su cuarta temporada haciendo historia tras ascenderlo a Primera y devolverlo a competición europea. Será el reto al que aspiran Gaizka Garitano en el Athletic, Javi Calleja en el Villarreal o Imanol Alguacil en la Real Sociedad.
Fran Escribá intentará que su Celta de Vigo no sufra tanto como la pasada temporada y tratará de impulsarle hacia luchas mayores; José Luis Mendilibar, desde 2015 en el Eibar, aparece tras Simeone como el técnico que más permanece en un banquillo tras imprimir un sello reconocible a un equipo instalado en Primera. Objetivo que persigue el exalavesista Mauricio Pellegrino con su modesto Leganés, Paco López con el Levante y Sergio González al mando de un Real Valladolid que sufrió hasta el final y busca tranquilidad.
Osasuna regresa a Primera con Jagoba Arrasate y dos de las tres caras nuevas en los banquillos de LaLiga Santander llegarán en equipos recién ascendidos como el Granada, con Diego Martínez que tiene experiencia en la elite tras formar cuerpos técnicos con Marcelino o Míchel González, y el Mallorca de Vicente Moreno que consiguió dos ascensos consecutivos para rescatar a un equipo que se hundía en Segunda B e impulsarlo de nuevo a la elite.