River Plate3
Boca Juniors1
RIVER PLATE Franco Armani; Gonzalo Montiel (Camilo Mayada, m.74), Jonatan Maidana, Javier Pinola, Milton Casco; Exequiel Palacios (Julián Álvarez, m.98), Leonardo Ponzio (Juan Fernando Quintero, m.58), Ignacio Fernández (Zuculini, m.111), Enzo Pérez, Gonzalo Martínez; Pratto.
BOCA JUNIORS Esteban Andrada; Julio Alberto Buffarini (Carlos Tevez, m.111), Carlos Izquierdoz, Lisandro Magallán, Lucas Olaza; Nahitan Nandez, Wilmar Barrios, Pablo Pérez (Fernando Gago, m.90); Cristian Pavón, Darío Benedetto (Wanchope Ábila, m.61), Sebastián Villa (Jara, m.96).
Goles 0-1, m.44: Benedetto. 1-1, m.68; Pratto. 2-1, m.110: Quintero. 3-1: m.122: Pity González, a puerta vacía.
Árbitro Nestor Cunha (URU), asistido por Nicolás Tarán y Mauricio Espinosa. Expulsó al xeneize Barrios por doble amarilla (m.86 y 92). Amonestó a Leo Ponzio (m.27), Nacho Fernández (m.81)m, Maidana (m.83) por River y a Pablo Pérez (m.43), de Boca.
Estadio Santiago Bernabéu. 62.282 espectadores
madrid - River Plate, con un gol del colombiano Quintero en la prórroga y otro de Pity Martínez en el último instante, cuando Boca ya jugaba con nueve por la expulsión de Wilmar Barrios y por la lesión de Fernando Gago con todos los cambios efectuados, se impuso en la final de la Copa Libertadores, logró el título más ansiado y tocó el cielo en Madrid, desde donde partirá hacia el Mundial de clubes para completar un ciclo mágico.
En un partido con poco fútbol, que ni de lejos se acercó al trepidante juego de la ida, River tuvo el carácter para levantar un gol en contra que no supo resguardar Boca, quien se quedó sin recursos tras la expulsión. Todo se decidió por un golpe de clase de Quintero, el proyecto de gran estrella que nunca alcanza la regularidad necesaria pero que es capaz de conducir a su equipo a la conquista de cualquier título.
Y es que, impresionados por el escenario, la trascendencia del duelo o el cambio de temperatura, River y Boca tardaron más de media hora en entrar en calor.
Una vez probada puntería en ambas áreas, el conjunto de Guillermo Barros Schelotto aprovechó la mejor ocasión al borde del descanso. Fue un pase en profundidad de Nahitán Nandez que no llegó a despejar Javier Pinola y Benedetto transformó en gol, tras regatear a Maidana y ejecutar a la perfección.
River tuvo más llegada tras el descanso, se acercó al gol con un disparo de Nacho Fernández y antes de la hora Gallardo envió al campo a Juanfer Quintero en lugar de Ponzio, en busca de un chispazo del colombiano con el que equilibrar la final.
Boca no tuvo reparos en vivir el segundo tiempo cerca de su área, en busca de algún contragolpe decisivo, pero también expuesto a que algún desajuste le dejase sin ventaja. Y este le llegó cuando Nacho Fernández encontró con un pase al centro del área a Lucas Pratto y el ariete restableció la igualdad. Con el juego trabado por las faltas, ambos comenzaron a pensar en la prórroga.
Un alargue que, como no podía ser de otra forma en la final más accidentada de la historia, aún deparó un nuevo giro a su increíble historia; nada más comenzar, fue expulsado Wilmar Barrios, que se ganó la segunda amarilla. Boca quedó cada vez más expuesto al talento de River. Y si de talento se habla, nadie mejor que Quintero, el más impredecible, para coronar una gesta que confirmó Pity a puerta vacía, con Esteban Andrada en el campo contrario, para darle el título a su equipo, para tocar con los dedos el cielo de Madrid y adentrar a su rival en la peor pesadilla.