Turquía71 - 67 España
TURQUÍA Dogus Balbay (12), Birsen (12), Erden (16), Durmaz, Tuncer (11) -equipo inicial-, Gecim (10), Sinan Guler (8), Koksal, Sanli (2), Oguz Savas y Urgulu.
ESPAÑA Jaime Fernández (5), Quino Colom (9), Fran Vázquez (10), Javi Beirán (8), Pablo Aguilar (3) -equipo inicial-, Alberto Abalde, Nacho Llovet (5), Darío Brizuela (18), Arteaga, Sebas Saiz (7) y Rodrigo San Miguel (2).
Parciales 15-15; 21-19; 20-14; 15-19.
Árbitros Saverio Lanzarini (ITA), Tomas Jasevicius (LIT) y Sasa Maricic (SRB). Sin eliminados.
Incidencias Partido correspondiente a la segunda ronda de clasificación del grupo I de la Copa Mundial 2019, disputado en el Ankara Arena de la capital turca ante 10.400 espectadores.
Ankara - La defensa turca frenó ayer por completo las aspiraciones españolas y la derrota por 71-67 aplaza unos días el deseo de obtener una rápida clasificación para el Campeonato del Mundo de China 2019, que pese a todo continúa estando muy al alcance y podría materializarse incluso este próximo domingo con una victoria, en Tenerife, ante la asequible Ucrania.
La rocosa selección turca, sin el concurso del escolta Mahmutoglu pero integrada por varios jugadores que compiten desde hace años en la Euroliga (Balbay, Guler, Savas...), demostró desde el primer segundo de partido que tenía muy estudiado el juego de España. Una buena actividad en general y asfixiante en particular de Balbay sobre Quino Colom ralentizó el juego ofensivo de España, que sobrevivió en base al lanzamiento triple.
Los otomanos llevaron la iniciativa en el juego y en el marcador, pero el combinado de Scariolo supo agarrarse al partido con oficio, con trabajo y con esfuerzo para cerrar el primer parcial con tablas, 15-15.
El segundo acto tuvo un nombre propio, el de Darío Brizuela. Su descaro, su puntería y sus puntos, 13 en este periodo, mantuvieron al equipo español en el choque, bien secundado por Javier Beirán que anotó dos triples seguidos en otro momento delicado para los españoles.
Turquía se mostró superior bajo los tableros y tuvo el ritmo del partido en sus manos pero apenas rentabilizó esas circunstancias, (29-23, min 16.30). Cuando llegaron esos momentos, España tiro de casta y acierto para solventar la diferencia y meterse nuevamente en el choque.
dominio interior de erden Al término de los primeros veinte minutos de juego el 36-34 que reflejó el marcador, dejó el partido abierto de par en par. El dominio bajo tableros de Semih Erden se agudizó en el inicio del tercer cuarto y sobre esos cimientos Turquía comenzó a tomar nuevas ventajas, 49-42 (m.25.30), y a presentar su primera opción de ruptura del partido.
La buena defensa turca y el intento de los españoles por frenar las acometidas de los locales en ataque fueron las líneas maestras de un tercer cuarto en el que el equipo español no consiguió anotar ningún triple y que finalizó con un inquietante 56-48 para las aspiraciones de los hombres entranados por Sergio Scariolo.
España inició el cuarto de la verdad con una defensa en zona para cambiar el ritmo del partido, lo que unido a dos canastas seguidas de Brizuela sirvió para volver a meterse en el partido, 57-56 (m.33).
El ataque de los hispanos siguió siendo farragoso, sin claridad de ideas y no pudo culminar la remontada en el marcador, 62-58 (m.37), aunque se mantuvo al acecho. A falta de 50 segundos, España consiguió empatar a 67 tras aprovechar varias faltas de los locales y anotar desde el tiro libre. A renglón seguido, Erden anotó una canasta decisiva a falta de medio minuto para la conclusión que aceleró el tiempo muerto de Scariolo.
En el ataque decisivo, España volvió a enredarse y Colom falló desde el 6,75 tras un lanzamiento muy forzado. Dos tiros libres de Tolga Gecim a falta de cuatro segundos liquidaron la emoción para euforia de una hinchada otomana que también supo apretar en los momentos decisivos. La trayectoria de uno y otro equipo en el encuentro fue clara y Turquía acabó imponiéndose por un ajustado 71-67.
Pese a la derrota, las opciones de clasificación de España siguen siendo máximas y con una victoria el próximo domingo, en el Santiago Martín de Tenerife ante Ucrania, podría ser ya un hecho. - Efe