PyeongChang - El deporte invernal español, que en los Juegos de PyeongChang está representado por dos federaciones, la de nieve (RFEDI) y la de hielo (RFEDH), afrontará en sólo cinco días una serie de competiciones en Corea del Sur que podrían, caso de salir bien las cosas, cambiar de forma notoria el destino de estas disciplinas, relegadas siempre a un segundo plano.
Con la llegada ayer a Gangneung del patinador artístico Javier Fernández, doble campeón mundial y seis veces (seguidas) campeón de Europa, España ya tiene en zona olímpica a su principal baza. Pero el madrileño SuperJavi, de 26 años, deberá esperar hasta el próximo fin de semana para empezar a sacarse la espina de la anterior cita olímpica -en la que fue cuarto-; confiando en que el destino le devuelva en Corea del Sur lo que le quitó en Rusia.
La primera que intentará buscar la tercera medalla olímpica invernal de toda la historia de España será la catalana Queralt Castellet, en el halfpipe de snowboard, que arrancó hoy con la calificación y se cerrara con la final de mañana (de madrugada, en horario español), reservada a las mejores doce.
Será Lucas Eguibar el siguiente en pasar por caja, después de que Queralt, que viene de ganar la Copa del Mundo de Snowmass (EEUU) y ser tercera en la de Laax (Suiza), salga a por todo en el Phoenix Park, donde se la espera en la final del martes.
Luki, donostiarra -ganador de la Copa del Mundo hace tres temporadas-, que el viernes celebró su vigésimo cuarto cumpleaños ondeando la bandera en el desfile en el que encabezó el equipo español durante la Ceremonia de apertura, fue doble subcampeón en los Mundiales de Sierra Nevada, el año pasado.
Y aspira a ser, el próximo jueves, uno de los principales rivales del galo Pierre Vaultier, gran favorito en una competición en la que no saldrá como comparsa el ceutí de la federación andaluza Regino Hernández (26). Plata por equipos, junto a Eguibar, en los campeonatos disputados en la citada estación andaluza. Y que, al igual que él, ha sido campeón del mundo júnior. - Efe