No cabe duda que 75 años es una fecha importante. 75 años atrás empezó todo. Mañana sábado, durante todo el día, los frontones del complejo Beti Jai de Mendizorrotza echarán chispas. El engranaje de la maquinaria organizativa de la Federación Alavesa de Pelota Vasca expondrá en seis de sus siete canchas la conclusión de la edición de este año del Torneo Provincial y en los pasillos del emblemático edificio, la historia de la pelota alavesa desde sus inicios. Estáis invitados. Estáis todos invitados a daros una vuelta por el frontón para disfrutar de las finales que proclamarán a los campeones de 2017. “Celebrar el 75º aniversario anuncia un reto, que no es otro que alcanzar, mínimo, los 100 años”, afirma Iker Gereta, presidente de la FAPV, orgulloso de que “nos toque trabajar en el torneo más antiguo del deporte alavés”. En los albores, el pelotari se apuntaba por su cuenta. “Éste y yo vamos a jugar el por parejas”. Así sucedía entonces, recuerda José Mari Pinedo, alma mater de los primeros años. Ahora son los clubes quienes inscriben a sus pelotaris en la cita. Nalda y Galarreta formaron la primera gran pareja. “Nalda tendría ahora algún año más que la centena”, susurra Pinedo mientras escuchan con atención otros tres ilustres de nuestra pelota, que coinciden: “Aquellos partidos los veíamos con los amigos en pantalón corto todavía”. Vendrían luego ilustres como Madrid, Belategui, Arcaya? y tantos otros. “Un tal Díaz, Juanito, que luego fue juez”, añade Bengoa. Alberto Bengoa fue el décimo presidente de la FAPV, entre 1983 y 1985. El presidente que trabajó, negoció y “luchó para traer el Mundial de 1986 a Vitoria, quizá el mejor Mundial de la historia, el gran evento de Vitoria que sirviera para mostrar al orbe el complejo pelotazale más importante del mundo”, confiesa José Ignacio López de Arroyabe, Richar, décimo segundo presidente -entre el 89 y el 92-, que entrara en la junta del anterior y máximo mandatario federativo durante la cita mundialista. “Me costó muchos disgustos, debimos sufrir mucho para pelear el Mundial contra Vizcaya”, reconoce a toro pasado Bengoa, “pero ya pasó”. Ángel Vázquez fue el primero (1941), Iturmendi el segundo (desde 1948) y a continuación dos de la misma saga, Álvaro Vidal-Abarca Elio (entre 1953 y 1955) y su hijo Álvaro Vidal-Abarca López (hasta 1963), palistas ambos y, el primero, gran deportista, tenista “hasta muy mayor” y componente junto a Kortadi del primer dúo alavés de pala corta. “Con Pepe Iturmendi, hermano de ministro”, recuerda Richar. “Con los primeros presidentes y su generoso bolsillo, los pelotaris solían cobrar”, abunda. Luego ya no. “Cierto”, confirma Bengoa. “Entonces había dinero para los viajes y hasta nos llevaban a comer al bar Mace, donde hoy está el Zabala y también al Poliki”. Luego ya nada. Habría que esperar al mandato de José Luis Ochoa (entre 1992 y 1996) para que la Federación viviera una época de bonanza económica gracias al Ayuntamiento y a la gestión federativa de los frontones de barrio. José Mari Segura fue piedra angular de la institución entre 1980, bajo el mandato del presidente Arrizabalaga, “el mejor de todos”, coinciden al unísono por ser “innovador, precursor, trabajador”, hasta la llegada de Fernando Palacios, el décimo sexto, en 2008, el hombre que devolviera la pelota profesional a Vitoria como solución para que la Federación pudiera sobrevivir a la pérdida de la gestión de los frontones de barrio y “el monto económico derivado de la misma que nos permitía mantener la estructura y actividad federativas”. El milagro. José Mari destaca que “al principio no había medios, todo era consecuencia del trabajo de galeras, del boli y papel en blanco, de un montón de horas, de mucho teléfono y algún que otro grito”. Segura recuerda a Furundarena, a Biasteri, a los puntistas Patxi y Alberdi, a Konpa, Urkia y otros grandes palistas. Bengoa saca a relucir su memoria para nombrar a Garaita, a Pinedo y Murga, “con los que disfruté entrenando”, y luego a Eguino, a Marañón, Resano, Urrutia, Gutiérrez y Urkijo. Richar me apunta “la primera vez que se pudo contar con un preparador físico de verdad, con Ricardo Espinosa Areta y su continuado, Mikel Urdangarin.