La preocupación de Mikel Landa por el futuro de la Fundación Euskadi -el equipo que le vio crecer en su juventud y de la mano del que dio el salto al pelotón profesional-, una llamada desde Francia a Miguel Madariaga el pasado 22 de julio, tras la disputa de la penúltima etapa del Tour -la crono de Marsella que le dejó a solo un segundo del podio-, y una breve reunión en Murgia, de apenas una hora de duración cuatro o cinco días después de la conclusión de la ronda gala fueron el preámbulo de la escena de ayer en Logroño: la cesión de la presidencia de la Fundación, que tras 24 años Madariaga delega en la figura del ciclista de Murgia. Un traspaso de poderes que se escenificó en la capital riojana, donde descansó ayer la Vuelta a España antes de afrontar sus últimas etapas, y que fue una cita a la que no faltaron representantes de Orbea y Etxeondo, las dos firmas vascas que acompañarán a Landa en esta nueva etapa del equipo vasco. Tampoco Javier Guillem, director de la ronda española; José Luis de Santos, presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP); el exciclista Egoi Martínez o Markel Irizar, corredor del Trek, quisieron perderse el acto.

Mikel Landa sale así al rescate de la cantera vasca, que a día de hoy y a la espera de ver si la Fundación Euskadi da el salto a la categoría Continental o sigue en el campo amateur, cuestión que se definirá en un plazo no superior a las tres semanas, únicamente cuenta la figura de Euskadi Basque Country-Murias Taldea como representante en el pelotrón profesional. “Cuando me enteré de la delicada situación de la Fundación, que podía desaparecer, no pude mirar a otro lado”, admitió el ciclista alavés en su comparecencia de ayer. En la misma, avanzó que Jorge Azanza seguirá al frente de la parcela deportiva la próxima temporada, en la que se celebrará el vigésimo quinto año de vida de la escuadra vasca.

Un emocionado Miguel Madariaga, que desveló vivir “uno de los momentos más grandes y felices de mi vida” al ver que el trabajo de 24 años seguirá adelante, reconoció que el presupuesto de este curso ha sido de unos “285.000 euros”. “El sustento de estos tres últimos años han sido los socios. Por lo que estoy observando, la Fundación que va presidir Mikel va a tener eso y más. Va a tener todos los vehículos y demás material”. Así, avanzó que “el presupuesto del próximo año andará entre los 250.000 y los 300.000 euros”. Landa, tal y como señaló, únicamente aportará capital “si hay que meterlo”. De momento, toda vez que no hay ninguna deuda, no parece que vaya a ser necesario. Cuestionado sobre la posibilidad de contar con dinero público, dijo lo siguiente: “No sabremos si habrá apoyo público. Es difícil contar con ese dinero a día de hoy, en un mal momento en lo económico. Intentaremos apoyarnos un poco en Orbea y otras empresas. Todo lo que venga, bienvenido será”.

habrá contacto con murias Con respecto a la compatibilidad que pudieran tener en el futuro tanto la Fundación Euskadi como Euskadi Basque Country-Murias Taldea, Mikel Landa admitió que se tienen que “juntar” para hablar con la escuadra que dirige Jon Odriozola. “Es una situación complicada para uno de los dos porque Euskadi es pequeño. Nos juntaremos y veremos qué se puede hacer”. Asimismo, desvinculó cualquier relación entre su fichaje por el Movistar y su llegada a la presidencia de la Fundación: “Son cosas diferentes”.