Londres - Adel Mechaal consiguió el mejor resultado entre los 56 atletas españoles que han participado en los Mundiales de Londres, que echaron el cierre ayer, con su cuarto puesto en la final de 1.500, a solo 18 centésimas de la medalla de bronce. España termina fuera del medallero por primera vez, y en la clasificación por puntos, con un cuarto, un quinto y dos séptimos (cuatro finalistas en total), en el puesto 30, retrocediendo dos con respecto a Pekín 2015.

El campeón de España quería una carrera rápida y los kenianos Elijah Manangoi y Timothy Cheruiyot -oro y plata al final- se encargaron de que fuera así. Campeón de Europa de 3.000 en pista cubierta, Mechaal se había inclinado, finalmente, por el 1.500 pese a no haber bajado de 3:33 como él mismo se había exigido para dejar el 5.000. Era una apuesta arriesgada para un atleta capaz de sostener ritmos altos pero sin remate a nivel mundial. Esa falta de pegada en el sprint le dejó sin medalla. Los dos kenianos se jugaron el oro por delante, y atrás Mechaal fue ganando terreno al noruego, pero lentamente, centímetro a centímetro, de forma que no remató el trabajo. Los dos se arrojaron a la meta y ganó Ingebrigtsen.

Mechaal, nacido en Jebha (Marruecos), compitió en los Mundiales de Londres en virtud de la resolución de Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que anuló la sanción de 15 meses que le impuso la Agencia Española Antidopaje por tres supuestos controles de dopaje fallidos. Y el atleta se defendió tras cruzar la meta: “Hace unos meses no sabía si iba a seguir en el atletismo. Estaba desolado, muy triste por el trato que estaba recibiendo y por las acusaciones. Ha sido muy duro, pero hoy he demostrado que el Mechaal de ahora es mucho mejor que el del 2016 que decían que se dopaba. He pasado muchos controles. No soy un dopado ni un apestado. Todo ha sido muy duro, pero mi entorno me ha apoyado y con eso me quedo. Voy a seguir trabajando para tratar de lograr medallas para España”.

A Mechaal le quedó “la espina de que si hubiera ido por el exterior podría haber pasado al atleta noruego”. “Me he quedado a una centésima de mi marca personal. Lo que más me duele es perder esa medalla de bronce. Iba progresando, pero el noruego se ha cerrado y se ha echado a mi calle”, explicó en la zona mixta. “Me he dejado la piel y la vida corriendo. Espero que esta actuación haga olvidar todo lo demás. Aunque soy muy joven soy un atleta que en 5.000 y 10.000 puedo lograr muchas medallas. No quiero retrasar el salto a esas distancias. Quiero apostar por distancias largas sin olvidar el 1.500, con el que tengo una cuenta pendiente”, apostilló.

Desde los Mundiales de Daegu 2011, cuando el sevillano Manuel Olmedo terminó cuarto, ningún otro español se había clasificado para la final de 1.500, una disciplina que ha dado cinco medallas a España en Mundiales: 3 de plata (Fermín Cacho dos y José Luis González) y dos de bronce, las dos de Reyes Estévez.

Quinto puesto en el relevo Un quinto puesto del relevo 4x400 puso el broche a una deficiente actuación del equipo español en los Mundiales de Londres. El cuarteto formado por el palentino Óscar Husillos, el toledano Lucas Búa y los canarios Darwin Echeverry y Samuel García, estuvo durante casi toda la carrera en el cuarto puesto y solo cedió una plaza al final, pero acabó con un registro de 3:00,65, pulverizando el récord de España anterior.

El equipo español, que hasta hace pocos días no supo que podría participar, por ránking, en estos campeonatos, batió el récord de 3:01.42 que un equipo integrado por Iván Rodríguez, David Canal, Antonio Andrés y Antonio Reina logró en los Mundiales de Edmonton 2001, en los que se metió en la final y acabó sexto. - Efe