Fusto-Ibai49101010
Gaubeka-Imanol1010888
Duración: 87 minutos de juego.
Saques: 4 de Ibai Pérez y 6 de Imanol.
Faltas de saque: 1 de IbaiPérez y 4 de Imanol.
Tantos en juego: 18 de Fusto, 3 de IbaiPérez, 16 de Gaubeka y 5 de Imanol.
Errores: 11 de Fusto, 6 de IbaiPérez, 5 de Gaubeka y 8 de Imanol.
Marcador: 4-10, 9-10, 10-8, 10-8 y 10-8.
Incidencias: Partido correspondiente a la final del campeonato del mundo de Parejas de pala profesional, organizado por el Consejo Mundial de pelota vasca, disputado en el frontón Municipal de Mungia. Gran entrada.
2 Igor G. Vico
Bilbao ? “Tenía fe ciega en Ibai Pérez, cuando ha empezado a funcionar nos hemos metido en el partido”. Así de claro lo expresó Pablo Fusto al término de la final del campeonato del mundo de Parejas de pala profesional, que organiza el Consejo Mundial de pelota vasca, ya con la txapela en la mano. El bonaerense recuperó la sonrisa en el Municipal de Mungia, otorgando también al zaguero de Sestao el tercer título consecutivo, que le proclama bicampeón mundial en curso. La decisión llegó en un encuentro duro, peloteado y agónico, en el que Esteban Gaubeka e Imanol Ibáñez estuvieron a gran nivel. Los vizcainos asomaron en la cita seguros y sólidos, muy empacados, remando en la misma dirección. Sin embargo, los colorados les dieron la vuelta tras encajar un 2-0 que parecía anunciar nubarrones negros en el horizonte.
El pleito, una oda a la pala, un gran toma y daca lleno de emoción y picante, tuvo dos partes bien diferenciadas, una por dueto, y terminó de colorado y con el público mungiarra encantado. Y es que, los cuatro palistas exhibieron un gran nivel, cada uno en su parcela, destacando Fusto por la valía de su reacción, quien tomó el mando del choque cuando las veían moradas. También Imanol, un dechado de virtudes en la zaga, asomó resistente, con las ideas claras desde el saque ?fue una constante su búsqueda del dos paredes? y se sacó unos pelotazos complicadísimos de la manga para amargar los ataques colorados.
De cualquier modo, Gaubeka, incisivo y estiloso, y el zaguero de La Peña no pudieron contener el huracán colorado, enredándose en una batalla en la que llevaban dos jokos de ventaja. La crecida rival se desabrochó desde el saque y por la mayor presencia de Fusto en el debate, ya que sus empales de aire desnivelan el peloteo: de dominado a dominador. La clave fue el alma colorada en un envite en el que todos los protagonistas rayaron a gran altura. Fue una final de pantalón largo, seria y muy trotada, de casi hora y media de duración. Una delicia.
El inicio fue un apabullante dominio de Gaubeka e Imanol, exponiendo una imagen estupenda sobre el tapete azul mungiarra. La propuesta era básica: llenar de trabajo a Ibai e incomodar al poderoso delantero argentino. ¡Eureka! La hoja de ruta quedó diseñada y la aplicación fue un calco. La cuestión quedó patente en el primer parcial: 4-10. La sobriedad de los vizcainos se abrazó a una conciencia obrera que Imanol llevó al extremo. Y el armintzarra olió la sangre. Robaron la brújula a los colorados. Fusto quedó inédito.
La segunda manga fue delirante, lleno de gran juego y alternancias. Sin embargo, a Ibai le costaba entrar y exponer la resistencia habitual. Con todo, el argentino dejó patente que tenía que entrar en juego costara lo que costara. Y lo hizo. Se registraron siete igualadas y Fusto-Pérez, a pesar de ir con el marcador a favor a un centímetro de la igualada (9-8), se vieron atropellados. El tanto final, un zurdazo de Imanol inapelable, fue un catálogo de sufrimiento coral.
En el tercer y el cuarto joko cambió la tendencia poco a poco, pero de modo constante. Las sensaciones dieron un golpe de timón, en la medida a la que Ibai fue hacia arriba. Imanol acabó por ser el exigido y respondió. Los zurdazos en defensa del bilbaino fueron un primor y Gaubeka quedó anulado en varios tramos. Comenzó a acertar el de Sestao con el saque y el partido tomó otro prisma. Dos 10-8 empataron la cita.
Con el desempate logrado, Fusto entró seco y errático al quinto asalto. Los azules se fueron 2-6 y tocaron las txapelas con la yema de los dedos. Sin embargo, el bonaerense recuperó oxígeno para imponer galones. Suya fue una reacción bestial, bien acompasada por Ibai. Siete tantos del argentino en el último parcial y dos de Ibai ??uno de ellos, un saque? demuestran lo complicado del despliegue azul, seguro hasta el tuétano. Empataron a ocho y acabaron por coronarse Fusto e Ibai en un gran final de una gran final. La fe mueve montañas. l