pamplona - “Nosotros somos motores pequeños y él es motor más grande. En resistencia, ganarle es muy complicado”. Así definía Oinatz Bengoetxea a Mikel Urrutikoetxea, su rival del sábado (17.45) en el Labrit.
El de Leitza sabe que es una semifinal a muchas revoluciones y que tendrá que pisar el acelerador hasta el último tanto para dejar en la cuneta al actual campeón del acotado. Eso sí, el de Zaratamo llega con una marcha más que el resto. “Lo hace todo perfecto. Defiende mejor que nadie, saca la pelota para atrás, de aire tiene un juego terrible, no tiene ninguna fisura y además tiene una gran resistencia. Tengo que hacer un partido perfecto”, comentaba ayer Oinatz durante la elección de material en el frontón pamplonés.
El de Leitza colmó de halagos a su compañero de empresa pero el vizcaíno no se quedó corto tampoco. “Oinatz le imprime mucha velocidad al juego y en los tres partidos ha rendido a muchísimo nivel contra pelotaris muy diferentes”, afirmó.
Las apuestas se han decantado claramente del lado de Urrutikoetxea y no es para menos viendo la liguilla de cuartos que ha firmado el vigente txapeldun de la distancia.
Dejó claro que estaba en modo apisonadora en su primer enfrentamiento, ante Jokin Altuna. Mikel jugó una pelota de alto nivel y unido a que el amezketarra no tuvo su día, dio como resultado el apabullante 22-7 que reflejaba el tanteador.
Después le tocó pasar por despacho a Iker Irribarria, que solo pudo sumar 11 puntos. Seis más que Víctor, que en la última jornada y ya eliminado, fue poco más que un sparring para el de Zaratamo.
La única duda: cómo responderá si el final está apretado. “En partidos anteriores me he encontrado bastante a gusto. No he tenido ningún partido que haya ido hasta el final parejo y en esas no se cómo me voy a encontrar, aunque espero que bien”, dijo ayer Urruti a los periodistas.
Oinatz pasó a semifinales con dos triunfos contundentes y una derrota apurada ante Aimar Olaizola. El leitzarra fue un vendaval para Retegi Bi y Ezkurdia pero se trabó contra el siete veces campeón del cuatro y medio. “He hecho tres partidos muy bueno y he estado en mi mejor momento. Los momentos van y vienen y espero seguir en esta línea”, comentó Oinatz ayer sobre su estado de forma.
Eso sí, terminó con la polémica y enterró el hacha de guerra declarando que él no dijo que no quería jugar en el frontón Bizkaia. “No tengo ningún problema de jugar en cualquier lado”, matizó.
Urruti, tampoco quiso incidir en el asunto pero tiró de cierta ironía: “Una vez que estamos aquí es normal que se diga eso. Intento no entrar en esa polémicas”, dijo y finiquitó su intervención recalcando que el Labrit -que presentará un lleno- es un frontón sensacional gracias al ambiente que se crea.
Oinatz y Mikel se juegan este sábado el paso a la final del cuatro y medio, un premio muy suculento para dos pelotaris que están gozando de un momento de forma muy dulce. Bengoetxea quiere la txapela que le falta, Mikel quiere que nadie le arrebate el trono. Pelota de muchos kilates.