río - La maquinaria de Estados Unidos se pone hoy en marcha en un partido de trámite, que servirá para que los jugadores abandonen el refugio del barco de lujo en el que se alojan en Río y para soltar músculos. China será en la medianoche de Euskadi el primer rival de la selección de Mike Krzyzewski y no parece que vaya a permitir medir la capacidad de esta versión de la NBA que se ha juntado para Río, aunque se intuye que es muy alta.
En un par de amistosos de preparación, la diferencia entre ambos equipos fue de 50 puntos, por lo que no debe esperarse otra cosa que no sea otra paliza de los americanos, que persiguen su decimoquinto oro olímpico y que no pierdan un partido oficial desde las semifinales del Mundial de 2006. “Estos jugadores respetan el baloncesto y a la comunidad internacional. Y esperamos demostrar ese respeto aquí, en Río”, comentó Coach K, contento de cómo se ha acoplado un grupo de jugadores con rango de estrellas en la NBA, como no podía ser menos.
Respeto es la palabra que ha hecho a Estados Unidos recuperar el dominio que perdió en Atenas 2004 y que el técnico de Duke ha recordado a sus chicos durante algunos de los amistosos. “Sé lo que es sentirse en el suelo y luego recuperarse”, afirmó Carmelo Anthony, uno de los más comprometidos, que vivió el oprobio griego y ahora quiere “liderar, ayudar al equipo y ser ejemplo” para atrapar su tercer oro olímpico.
El baloncesto de Río se abrirá con el Turquía-Francia femenino, pero tendrá su duelo más interesante con el enfrentamiento masculino entre Australia y Francia, dos de las selecciones que aspiran a ocupar los dos cajones que deje libre Estados Unidos el último día. - R. Calvo