vitoria - Cuando Asier Urbina cruzó la meta del Triathlon de Vitoria el pasado 10 de julio cumplió su primer objetivo. Había logrado realizar 3,8 kilómetros a nado, 180 en bici y 42 a pie en menos de once horas, con un margen de apenas cinco minutos. Y poco después pudo afirmar exhausto en la línea de meta que se iba a cumplir su segundo y principal objetivo antes del ironman: conseguir 4.000 kilos de comida para las familias necesitadas de Vitoria. Si su marca personal la batió por los pelos, de su apuesta solidaria no se pudo decir lo mismo puesto que la recaudación duplicó las previsiones iniciales hasta superar los 8.000 kilos de alimentos, que ya han comenzado a repartirse por algunos puntos de la capital gracias al Banco de Alimentos de Álava. Sin embargo, si algo tienen en común las dos metas es el gran esfuerzo que el cocinero del Ikea ha puesto en su realización. Un acto mayúsculo de solidaridad que bajo el hashtag #ISGasteiz (Ironman Solidario Gasteiz) y con ayuda de diferentes patrocinadores y empresas, de otros triatletas y clubes deportivos como el Alavés así como de particulares, ayudará al Banco de Alimentos en su solidaria labor. Y es que esta institución proporciona comida diaria a más de 6.000 personas, entre ellas 500 niños.
La mejoría respecto a la primera edición del #ISGasteiz es, sencillamente, exponencial. En 2015 se recaudaron 3.757 kilos, cifra que Urbina, siendo franco, confiaba superar, pero jamás se imaginó duplicarla. “Cuando me enteré rompí a llorar de la incredulidad, todavía se me saltan las lágrimas”, manifiesta el chef. Como principal artífice de la iniciativa el Triathlon era solo una excusa para este acto social, cosa que dejó clara en todo momento: “dentro de unos años me habré olvidado del tiempo que hice, pero no de los 8.000 kilos” añade, todavía sorprendido por la hazaña.
No obstante, pese al gran triunfo que esto representa para la solidaridad ciudadana, en el Banco de Alimentos mantienen la cabeza fría y no dejan que la situación se descontrole. Por ello afirman que, pese a agradecer enormemente todo lo entregado, no quieren arriesgarse con cifras exageradas que pondrían en riesgo el despilfarro de comida, primera norma a evitar en la empresa. “No hay que obcecarse con las cantidades. Lo importante es transmitir el mensaje de solidaridad a todos los habitantes de Vitoria-Gasteiz”, anuncia Jose Andrés Gabilondo, vicepresidente del Banco. Pese a que aún restará bastante hasta que se reparta toda la comida, tanto Urbina como el Banco de Alimentos ya están trabajando de cara al Ironman Solidario del año que viene, en el que se pretende lograr una mayor expansión gracias a la mayor involucración de los diferentes clubes deportivos de la ciudad. “Hemos hablando con clubes de triatlón y nuestra intención para 2017 es que sea un movimiento de Vitoria-Gasteiz, no de Asier Urbina”, mantiene el artífice de la iniciativa. Un proyecto que ya se puede dejar de catalogar como potencial, para convertirse en algo real, solidario y sobre todo, muy pesado.