vitoria - Por si no fuera suficiente desafío enfrentarse a 1.8 kilómetros de natación, 93 sobre la bicicleta y 21 de carrera a pie -las distancias de la modalidad half-, hay quien todavía añade alguna dificultad más a la empresa. Es el caso de Álvaro López, integrante del equipo 42.195 y que es diabético tipo 1. Una enfermedad que, sin embargo, no le impide desarrollar una intensa y exigente actividad deportiva. “Empecé haciendo maratones y como ya estaba un poco harto de correr me pasé a los triatlones”, bromea este vitoriano de 42 años que no está dispuesto a renunciar a su gran pasión.

“Me diagnosticaron la diabetes en el año 2000 y necesito inyectarme insulina para no tener problemas. Al principio no hacía demasiado deporte pero poco a poco me fui animando y he llegado hasta aquí”, relata. El hasta aquí son varios maratones y triatlones a sus espaldas además de otro buen número de carreras. “He tenido algún susto, sobre todo al principio, pero ahora lo tengo bastante controlado”, explica.

Claro que, para ello, necesita competir en unas condiciones determinadas. “Lo fundamental es mantener estables mis niveles de glucosa. Antes venía una persona a mi lado en bici y me iba pinchado cada diez minutos para medirlos. Ahora he conseguido a través de una empresa un aparato que llevo pegado al cuerpo y me va midiendo continuamente y mandándome los datos al instante para que pueda controlarlos. Si veo que bajan, tengo que comer rápido así que normalmente voy cargado siempre de geles, fruta y cosas así”, desvela. Claro que aún resta un pequeño problema. “En el agua no funciona así que tengo alimentarme mucho antes de empezar y confiar en que no baje”. Lo que desde luego no van a descender ni un ápice son las ganas de Álvaro por seguir superando las dificultades. - T.S.