Iruñea - Tres frases de Aimar Olaizola anuncian lo que piensa de Iker Irribarria, su adversario en los cuartos de final del Manomanista, cuando él aún no se ha vestido de blanco desde que se proclamara campeón junto a Mikel Urrutikoetxea en la final del Parejas, el pasado 9 de abril. En la primera de ellas destaca su pegada, confesando que “igual” es el pelotari “que más le da” de los que se encuentran en liza en la competición. En la segunda, admite que “Iker es de los llamados a ganar txapelas de la modalidad”. En la tercera, Aimar reitera que “es el rival más peligroso que me podía tocar”. Todo loas.

Se pone la piel de cordero el delantero de Goizueta, cuatro veces campeón de la modalidad reina del curso y considerado uno de los mejores de la historia en una especialidad en la que se reinventa a golpe de calidad física y técnica, y se deshace en halagos hacia el zurdo, debutante en Primera. La historia no es nueva. Aunque el contrario llega rodado, lo que quizás le aumenta en ciertas dosis la competitividad, pocas veces eso le importa a un pelotari de su talla: hambriento, genial y, sin duda, favorito. Concreta el puntillero navarro que Iker Irribarria es “muy fuerte” y que él viene todavía con dudas, asaeteado por una gripe que le ha tenido “ocho o nueve días” con fiebre. El de Arama no le cree: “Saldrá al cien por cien”.

Argumenta Aimar que “habrá que ver el sábado cómo estoy. Desde la final, solamente he tocado dos veces pelota, porque he andado fastidiado. Espero llegar bien. Tengo un contrario muy fuerte, que viene de ganar tres partidos. Terminé el Parejas sin lesiones, pero he estado con fiebre y gripe muchos días”. De ahí, según cuenta Olaizola II, nacen sus dudas y la cesión de protagonismo. “Habrá que ver cómo estamos. Igual piensas en que el partido saldrá de un modo y no es así. Lo más importante es lo mío. A ver cómo estoy, tanto en defensa como en ataque, porque él la pone lejos”. Y es que, el finalista del curso pasado halaga a Irribarria, que dejó en la cuneta a Merino II, Arretxe II y Jaunarena. “Me ha tocado el peor contrario que me podía haber tocado de los que vienen de abajo. Iker ha ganado ya tres partidos. Tiene un golpe increíble. Igual es el pelotari que más le da”, advierte Olaizola II, quien apostilla que “es mi primer partido y él viene de ganar tres con facilidad. Será difícil”. Define el goizuetarra al zurdo de Arama como “un manista que tiene una izquierda con la que le da mucho. Del cuatro, la pone a botar detrás del siete. Además, le suelta de volea, de sotamano? Está llamado a ser uno de los que gane txapelas. Es completo”. Irribarria, con 19 años y apenas un curso en la élite, es una cara nueva que llena de frescura el mundo manista profesional. Forma parte de una generación que viene comiéndose a las anteriores, rivalizando con gente de la talla de Aimar, Irujo, Oinatz o Urrutikoetxea. Desgrana Olaizola II que “es un choque generacional. Hay pelotaris que vienen empujando. Esto es bueno para la pelota. Hay cuatro o cinco que ya están arriba. Eso tenía que llegar. Llevábamos ya tiempo los mismos y es bueno para todos. Hay jóvenes que juegan mucho, como Altuna III, Artola, Iker o Víctor”. Por su parte, el de Arama no tiene todas consigo de que se trate de una nueva era en la mano profesional. Analiza que “hay un escalón para llegar a esos niveles. Siempre están llorando porque vienen los jóvenes, pero que sigan en las finales quiere decir o que no empujamos lo suficientemente fuerte o que están por encima”.