vitoria - Marta Tudanca ya está de vuelta en la capital alavesa. Eso sí, bastante antes de lo que ella hubiese deseado. Y es que el terremoto ocurrido la semana pasada en Ecuador que ha dejado cientos de víctimas y miles de heridos y desaparecidos ha provocado la cancelación de la liga de baloncesto del país sudamericano, al que llegó a primeros de este mes para recalar en el Santa María de Machala. Hasta el 2 de mayo no se reanudará la competición y la vitoriana se ha visto obligada a retornar a casa tras haber disputado tan solo dos encuentros en esta exótica aventura. En el primero de ellos anotó 24 puntos y en el segundo se fue hasta los 34. Tras clasificarse con su equipo para las semifinales de dicha competición, un suceso extradeportivo que ha dado la vuelta a todo el mundo ha truncado su aspiración de proclamarse campeona de una liga con, a su juicio, “un nivel más bajo que el de España, donde se permite más el contacto físico, hay más juego en transición y no existe tanta disciplina táctica”.

Junto a otra jugadora española como Esther Montenegro y varias extranjeras, Tudanca decidió estirar su temporada probando suerte en otro país sudamericano como Ecuador. Tras finalizar hace varias semanas su andadura en Liga Femenina en el Campus Promete riojano, la alavesa no quería quedarse de brazos cruzados y optó por seguir el mismo camino que la pasada temporada cuando aceptó una oferta del baloncesto argentino. “Me queda esta espinita clavada y ojalá pueda volver algún día”, valoró al ser cuestionada ayer sobre lo que han supuesto estas tres semanas a tantos kilómetros de casa. De cara al futuro, Tudanca aspira a mantener su hueco en la máxima categoría del baloncesto femenino. De momento, no descarta ninguna opción como renovar en tierras riojanas o escuchar otras propuestas. Incluso vería con buenos ojos recalar en el Araski en caso de que concrete este fin de semana el ascenso a la élite. “Me gustaría jugar algún año en Vitoria”, aseguró.