VITORIA- La Tirreno-Adriático, la carrera de los dos mares, tampoco asistirá al bautismo de Mikel Landa con la piel negra del Sky. No habrá chapuzón en Italia. El almanaque, torcido por los problemas de salud que le arrancaron el dorsal que pretendía lucir en la Vuelta a Andalucía, varía nuevamente para el alavés, el único entre las luminarias del ciclismo que no ha iniciado el curso. “No hay prisa”, sugieren en el entorno de Mikel Landa, por vez primera un foco persiguiéndole la silueta después de su rutilante 2015. El rendimiento de la pasada campaña, embocó al corredor en el Sky, el equipo Alfa del pelotón. Roídas las defensas por la crudeza del invierno, Mikel Landa se vio obligado a esquivar su puesta de largo en Andalucía, cita que pretendía ser la pértiga del alavés, todavía en barbecho desde que compitiera en el Giro de Lombardia. De aquella carrera que clausuró la campaña para Landa en el despertar de octubre, han transcurrido demasiadas Lunas.
Aún deberán pasar varias semanas hasta que Mikel Landa, que continúa al ralentí, arranque la competición, toda vez que la Tirreno-Adríatico (9-15 de marzo), cita donde deseaba abrir huella camino al Giro, su cumbre, tampoco acogerá al de Murgia, que entrena en la costa del Mediterráneo para alcanzar un estado de forma óptimo para enlazar la primera parte de la temporada. El retraso de Landa, apagado por la disminución de las defensas en la entreplanta del invierno, no preocupa demasiado en el seno del Sky, conocedores de la facilidad del alavés para afilarse en poco tiempo y su capacidad para entrenar según el libreto dispuesto por el equipo. “Está bien, con ilusión y buenas sensaciones”, argumentan desde su entorno. Calculan los británicos que Landa necesitará entre 15 y 20 días de competición para posarse sobre el Giro con garantías para disputarlo.
Catalunya o italia Enclaustrado durante estos días en el clima templado del Mediterráneo para acumular kilometraje en las sesiones preparatorias, Mikel Landa desconoce la fecha exacta de su despegue. El ciclista alavés maneja dos opciones en estos momentos: participar en la Volta a Catalunya o aplicarse linimento en la Settimana Internazionale Coppi e Bartali. Ambas carreras, semana y media más tardías que la Tirreno-Adriático, se solapan en el calendario. La cita catalana se disputará entre el 21 y 27 del presente mes, mientras que la prueba italiana se corre entre los días 24 y 27. Cualquiera de las dos posibilidades resulta válida para Mikel Landa. Una vez se encienda el semáforo verde, el plan de viaje de Mikel Landa, salvo sorpresa o contratiempo, no deberá sufrir más variaciones.
El alavés disputará la Vuelta al País Vasco, que se celebrará entre el 4 y el 9 de abril. Landa retornará a la carrera que le desempolvó, donde logró un estupendo triunfo en el muro de Aia. Ese laurel se convirtió en el trampolín de su gran salto, un vuelo que le elevó a cotas inopinadas en el Giro, dos etapas de alta montaña y tercero en Milán, y en la Vuelta a España donde el alavés nutrió el triunfo de Aru. A la cita vasca del WorldTour le seguirá el Giro del Trentino, que se correrá entre el 19 y 21 de abril, una de las pruebas con mayor ascendente en la biografía de Mikel Landa. El ciclista de Murgia se siente cómodo en el Trentino donde ha configurado grandes actuaciones. Ese será su último apeadero antes de hacer pie en el andén de la estación del Giro, cuyos raíles rosas podrán en marcha el tren de Mikel Landa en 6 de mayo. Entonces no habrá freno que valga.