vitoria - A estas alturas del deporte profesional existen ya pocas dudas de que hay jugadores predestinados a triunfar en este o aquel deporte. Sin ningún rigor ni base científica que avale esta teoría, la historia cuenta por miles los casos de éxito que encajarían en este tipo de aseveraciones. Existen pocas dudas, por ejemplo, de que el destino estaba escrito para leyendas como Ayrton Senna en la Fórmula Uno, Muhammad Ali en el boxeo, Michael Jordan en el baloncesto o, en los tiempos actuales, el futbolista Leo Messi. Talentos en estado puro incapaces de gestionar cualquier otra habilidad que la que un día, quién sabe porqué, recayó sobre sus espaldas. Sin llegar a esos extremos, en una escala inferior, también es posible detectar casos de deportistas nacidos para vivir de y por el deporte como el vitoriano Roberto Iñiguez de Heredia, que bien podría ser uno de esos estereotipos singulares, en este caso, eso sí, enganchados a un balón de baloncesto, deporte que lleva mamando de manera ininterrumpida desde hace cuatro décadas. En un primer momento como jugador amateur y profesional, y desde que colgó las botas, como técnico en diversos conjuntos femeninos con los que ha conseguido notables éxitos. En su trayectoria profesional fuera del basket también hay restos de una experiencia laboral en una marca de ropa deportiva, cómo no, y también diversas colaboraciones especializadas en otros tantos medios de comunicación como Radio 9 que, huelga decir, destilaban aroma a deporte.

En este punto, el nombre del técnico vitoriano ha vuelto estos días a la luz pública tras conocerse su enésimo gran éxito, la consecución del campeonato de Liga con un conjunto femenino de Girona al que llegó hace solo 60 días tras la dimisión del anterior colega, Ramón Jordana. Eliminados de la Copa de la Reina y en franca decadencia deportiva en las últimas semanas, la directiva del Uni Spar Citylift rastreó el mercado en busca de un revulsivo y lo encontró en Valencia, donde reside el entrenador alavés que hasta entonces se había tomado un tiempo de descanso tras dos intensas temporadas en el baloncesto femenino turco. Reacio a asumir entonces el control de un nuevo proyecto deportivo, solo un matiz personal pudo romper el año sabático previsto: la cesión de su hijo al Girona de la Segunda división de fútbol por parte del Villarreal, club donde juega desde hace varias temporadas. A partir de ahí, familia y deporte volvieron a hermanarse y el 28 de febrero debutó en su nueva casa, el pabellón de Fontajau, ante un Gernika al que doblegó sin miramientos (85-60).

El primer aldabonazo era ya un hecho y por delante solo restaban meses de trabajo, sacrificio e ilusión, ingredientes innatos a un profesional forjado en esa inagotable cantera de baloncestistas que era el Colegio San Viator. Semanas después del estreno, el Uni Básquet Girona acabó segundo en la liga regular (20 victorias y 3 derrotas) después de que el técnico vitoriano firmara un magnífico registro de siete triunfos en otros tantos partidos. En consecuencia, formó parte de la terna de equipos que días después disputaron el play off por el titulo: Perfumerías Avenida de Salamanca, Conquero de Huelva, Cadí La Seu y el propio Uni Girona, que alcanzó la final ante las castellanas, claras favoritas además de ser las vigentes campeonas de Copa.

éxito en el ros casares Y ahí saltó la sorpresa. El Uni controló el partido desde el inicio, mantuvo la renta el tiempo necesario y se llevó finalmente la victoria (70-85) además del primer punto de la serie. Cinco días después y en una hornada tan significativa para Cataluña como el 23 de abril, festividad de San Jordi, el pabellón de Fontajau y sus 5.000 almas vibraron en una cita histórica donde el Perfumerías Avenida nunca pudo creer en la victoria necesaria para igualar el play off. Y eso que entre sus filas destacaban jugadoras de gran talento como Marta Fernández, Marta Xargay o Tamara Abalde, todas incapaces de detener el empuje de las nuevas campeonas, integrantes de un club fundado en 2005 que debutó en la máxima categoría femenina en la campaña 09/10 y que ha logrado sobre la cancha el billete para jugar la próxima edición de la Euroliga. Para Iñiguez de Heredia este es el título de liga que logra en España, y eso que solo ha dirigido 32 partidos en esta competición en dos temporadas incompletas y en las que aún hoy no conoce la derrota.

Su primer éxito llegó con el Ros Casares de Valencia, uno de los conjuntos más importantes de la historia del baloncesto nacional femenino donde el vitoriano debutó como técnico profesional. Fue en diciembre de 2011 cuando el conjunto de la Fonteta, a través de su entonces directora general, Carme Lluveras, pensó en el vitoriano para dirigir hasta final de temporada a una plantilla confeccionada para ganarlo todo y extender su dominio más allá de la liga doméstica. Las dudas que en ese mes de diciembre parecía albergar el proyecto levantino pronto se esfumaron con Iñiguez en el banquillo, que solo tuvo que sacar chispas a algunas de sus jugadoras -muchas de ellas Top FIBA como Lauren Jackson, Maya Moore, Ann Wauters o Sancho Lyttle- para ganar la Liga sin perder un solo partido. También fueron campeonas de Europa al batir en la final al Rivas Ecopolis de Madrid (52-65). Un proyecto sólido y ganador que se vio truncado en septiembre de 2012 cuando se esfumó el soporte económico de su patrocinador, la firma industrial Ros Casares, que durante dos décadas había sido la principal fuente de ingresos de una entidad que se veía obligada a abandonar el baloncesto profesional.

apadrinado por spahija Iñiguez de Heredia emprendió entonces una nueva aventura profesional en Estambul. Gracias a la intermediación de Neven Spahija, extécnico del Baskonia con quien ya trabajó en Valencia, firmó por el histórico Fenerbahçe para dirigir un ambicioso proyecto deportivo al que un año después se incorporaría Zeljko Obradovic -poseedor de ocho Euroligas- con quien el vitoriano tuvo trato diario, al igual que con su asistente, el badalonés Josep María Izquierdo. A juzgar por los datos, fueron dos años de gran intensidad donde el club otomano estuvo siempre presente en las citas más importantes en la que compitió. Logró, entre otros, una Liga turca (12/13), una Copa del Presidente (12/13/), una Copa de Turquía (12/13), dos Supercopas (12/13 y 13/14) y dos subcampeonatos de la Euroliga (12/13 y 13/14) antes de regresar a Valencia, donde tiene fijada su residencia desde los años 90.

Nacimiento. Roberto Iñiguez de Heredia nació en Vitoria el 5 de septiembre de 1967.

Inicios. Comenzó a jugar al baloncesto en el colegio de San Viator por la influencia de su hermano Carlos. Fue seleccionado entonces para jugar en el equipo que primero entrenó Alberto Díaz, conocido como ‘Tito’, y Juan Pinedo después.

El vitoriano decidió colgar las botas en el Gandía y dio el salto al banquillo desde la base. Hasta la fecha los equipos a los que dirigido son los siguientes:

- Alboraya.

- Cantera del Valencia Basket (estuvo ocho años).

- Ros Casares de Valencia (11/12)

- Fernerbahce (12/13 - 13/14)

- Uni Girona (desde el pasado mes de febrero).