Es un camino largo. Hay que empezar de cero”, calcula Aritz Arberas sobre la larga marcha que le aguarda al ciclismo en Dubai, una relación contracultural, extraña, exótica cuando menos. “Parece poco lógico, sí, pero las cosas se están haciendo bien, con vistas al futuro. No se trata de contratar ciclistas y montar un equipo para ganar carreras, más bien la idea es hacerlos. Que ellos aprendan a ser ciclistas. Para eso hace falta mucho trabajo y paciencia. Es un proyecto a medio y largo plazo”, dice Aritz Arberas, técnico alavés con experiencia como director profesional, además de licenciado y especialista en preparación física. “Tenemos que enseñarles que el ciclismo no es salir a andar en bicicleta, que es mucho más que eso. Ellos, evidentemente, carecen de la cultura ciclista de Europa, de referencias. Hay que empezar por ahí. Es un gran reto. Necesitarán entre dos y tres años para llegar a un nivel aceptable, pero están mejorando, cambiando los hábitos, que no es nada fácil”, describe Arberas, parte de una staff compuesto por una docena de profesionales. “Desde luego, no hay falta de recursos. Hay un presupuesto suficiente para desarrollar el proyecto”. El director, que ha incidido en el cambio de alimentación, se muestra ilusionado con la respuesta de los ocho emiratís, policías y militares de profesión, que son parte del SkyDive Dubai, una escuadra que nació en 2014 y que además de los ciclistas locales cuenta con cuatro africanos y cuatro europeos, entre ellos Paco Mancebo. Estos últimos actúan como Cicerones. “Aunque les cuesta, tienen muchas ganas de aprender. Eso es lo más importante para un proyecto de este tipo”, enfatiza Arberas, que imagina un castillo donde otros solo perciben una montaña de arena. “En Asia el ciclismo crecerá exponencialmente. Se está invirtiendo en China, Malasya, Japón...”. En Dubai, de momento, el paisaje lo conforma una ciudad excesiva, con ese skyline moderno, afilado por el lápiz de arquitectos de renombre y perfilado por la riqueza del Emirato. Allí germina el oasis del SkyDive Dubai, un equipo que pedalea en medio del desierto con la intención de “crecer paso a paso”.
Al desierto llegó Arberas después de que la crisis que tan fuerte ha impactado al ciclismo le dejara sin el abrigo de la Fundación Euskadi, donde trabajó durante siete años; primero en el Naturgas aficionado y más tarde en el Euskadi continental hasta que llegó el cierre. “Aquí no había nada así que envié currículums y aquí estoy”, apunta el director y preparador alavés, que contactó con el SkyDive Dubai a través de Ricardo Martins, un portugués con vasta experiencia en la organización de pruebas ciclistas. “Hablamos y al final llegamos a un acuerdo”, explica Arberas. El trato se cerró en el segundo intento. El 10 de enero pisó Dubai. “Fue un shock. Pasas de un sitio en el que vas andando a comprar el pan a un lugar donde apenas hay aceras, donde todo el mundo se mueve en coche”, rememora sobre su contacto con Dubai. Una vez adaptado, la idea de Arberas es dejar huella en el ciclismo del país, un erial, yermo, si no fuera por Mansour Bousaibi, un solista, un iconoclasta, participante en los Juegos Olímpicos de Barcelona y manager general de una escuadra alejada de las prisas y de la inmediatez. “Queremos hacer cantera”, subraya Aritz Arberas, “encantado” con la idea de que el ciclismo brote en Dubai.
Un desafío mayúsculo Regar el desierto con ciclismo es una obra faraónica, de compleja ingeniería, -“de cuidar los detalles, de cambios de dinámica, de mucho trabajo”, sugiere Arberas- algo así como construir una catedral a ojo. “Partimos de la base que aquí, entre abril y octubre, no se puede entrenar por el calor que hace. Es imposible”, apunta Arberas. Durante ese tiempo, el SkyDive Dubai compite, principalmente, en el calendario asiático, si bien el equipo compitió en la Klasika Primavera y después en la Vuelta a Castilla y León. A las altísimas temperaturas se le deben añadir otras complicaciones como el escandaloso tráfico de la ciudad, la nula cultura ciclista entre los conductores, las tormentas de arena “que son como tormentas de nieve y obligan a entrenar en un local cerrado sobre rodillos” o la ausencia de terrenos que no sean una planicie. “Para entrenar viajamos durante una hora en coche y después iniciamos las sesiones en bicicleta. Si tenemos que hacer un recorrido montañoso solo existen dos altos, uno al norte y otro al sur. Eso sí son puertos de media hora de subida y con pendientes entre el 5% y 6%, con alguna rampa del 10%”, detalla Aritz Arberas, convencido de que con tiempo, dedicación, paciencia y trabajo florecerá un vergel, el de los ciclistas de las dunas.
Creación. El conjunto SkyDive Dubai es un proyecto que nació en 2014 con la idea de formar a corredores del Emirato de cara al futuro.
Plantilla. La escuadra está formada por ocho corredores emiratís, cuatro africanos y cuatro europeos: el español Paco Mancebo; el ruso Vladimir Gusev; el portugués Edgar Pinto y el italiano Andrea Palini.
Victorias. La pasada campaña, la escuadra de Dubai obtuvo un total de 15 triunfos en el calendario asiático. En lo que va de curso, el equipo del Emirato ha sumado 12 victorias que se reparten entre el Tour de Marruecos, La Tropicale Amissa Bongo en Gabón y el Tour de Egipto, carrera que venció Paco Mancebo.