Duración: 47:50 minutos de juego.
Saques: 1 de Bengoetxea VI (tanto 12) y 2 de Elezkano II (tantos 12 y 13).
Faltas de saque: 1 de Bengoetxea VI.
Pelotazos: 383 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 8 de Bengoetxea VI, 1 de Untoria, 14 de Elezkano II y 2 de Albisu.
Errores: 3 de Untoria, 1 de Elezkano II y 1 de Albisu.
Marcador: 1-6, 1-7, 2-9, 4-10, 5-10, 7-11, 8-16, 9-18, 10-19, 11-21 y 12-22.
Botilleros: Sin botilleros, al tratarse de un enfrentamiento entre dos parejas de la misma empresa, Asegarce.
Apuestas: De salida se cantaron posturas de 100 a 70 a favor de Bengoetxea VI-Untoria.
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la liguilla de semifinales del Parejas de Primera de la LEP.M disputado en el frontón Labrit de Iruñea. 850 espectadores.
PAMPLONA - Cuando Danel Elezkano empezó ayer a mover el gaznate, el mundo se paró. Él era una centella, un ratón ambicioso, un delantero con ganas. Hambriento: mirada de arquitecto y boca seca. El Labrit de Iruñea era suyo. Y la pelota, un manjar. Delante, la falta de opciones de Oinatz Bengoetxea, generadas por el dominio superior de Jon Ander Albisu sobre un Álvaro Untoria alejado de su mejor versión, acabaron por darle una pizca de espacio al zaratamoztarra, quien exquisito, entre el remate de autor y los vastos caminos de la clarividencia, rompió a volar de inicio. Imparable. Puro albedrío. Pelota de campanillas.
Fue el vizcaíno el mejor en las lides más vistosas, pero lo cierto es que su compañero, el ya eliminado de la carrera por la txapela del Parejas Albisu, arribó espectacular, tranquilo, sensato y, también, con menor carga laboral que junto a Iñaki Artola. Y es que las características distintas de Elezkano II y el alegiarra asoman claras: uno es artista y puro fuego; el otro pegada y potencia. Dos modos muy distintos de ver la pelota. Ante eso, el ataundarra se creció porque el peso del partido lo llevó el joven vizcaíno, descarado y descarnado, al que no pudo quitar el aire Untoria. Lo pagó Oinatz, que tuvo que apurar mucho para tratar de descomponer un futuro que se alzó negro con un 1-9 casi definitivo.
Los finalistas del Parejas no estuvieron a la altura de sus contrincantes y acumulan dudas a dos semanas de la batalla por la txapela. Sobre todo, el zaguero najerino estuvo desdibujado al acumular tramos de incertidumbre generados por el bulldozer de Ataun. De este modo, el leitzarra no mostró sus dotes delante. No pudo. Aun así, a destellos frente a dos adversarios que únicamente cometieron dos yerros entre los dos, acabó Bengoetxea VI ocho tantos. Eso no se olvida a pesar de que pinten bastos. Y el mejor pelotari del torneo está en vena.
Aunque planteado el envite que cerraba la senda en la liguilla de semifinales del Parejas de Primera para Bengoetxea VI y Untoria como un “entrenamiento” de blanco, puesto que el billete para el 26 de abril ya está en sus manos, el principio de su desembarco fue el que tiró el partido por la borda. Con un Elezkano II genial, el saque-remate, que no pudo quitar Álvaro, descerrajó el partido ya para empezar. Dos paradas al txoko. Otros tres remates del manista de Bizkaia y un fallo riojano pusieron el 0-6 de salida. Nubarrones colorados. Untoria no dominó, no estuvo cómodo, no rayó como en anteriores contiendas. Mala cosa para Oinatz, que necesita también opciones para entrar, aunque tenga la virtud de ser Juan Palomo. Un derechazo del najerino, no obstante, pareció romper la tendencia, pero la brecha estaba abierta. Entró tarde el riojano. 1-6.
Y Danel, con su inventario, repasó página por página su hoja de ruta de ilusionista impaciente. Albisu, magnífico, le sirvió. Dos ganchos y un dos paredes. 1-9. Mortal.
A pesar de los fogonazos colorados, no hubo más. Se acercaron Oinatz y Untoria en su mejor momento de choque hasta el 7-10, basado en la inspiración del delantero navarro y buen juego del zaguero. Pero se quedaron varados ahí. Después de una apertura de Bengoetxea VI en un tanto grandísimo, Elezkano II no se arrugó: acabó el siguiente cortando al ancho después de partirse la cara los cuatro en el Labrit. Ese cartón fue clave, porque del once se escaparon al 16 con dos saques de por medio y no hubo reacción alguna que contrarrestara el poderío azul.
Pero ¿cómo?, si Danel acabó con catorce tantos en su cuenta, más los dos saques, y Albisu jugó uno de los partidos más cómodos de todo el Parejas. Finalizó el duelo 12-22 con claroscuros para los colorados.