GASTEIZ - Los clubes que integran el fútbol profesional tienen hasta el 31 de enero para reforzar sus plantillas en el denominado mercado invernal, que arranca semiparalizado por un clima gélido. Apenas hay dinero y se impone la política de los topes salariales impulsada desde la Liga de Fútbol Profesional (LFP) siguiendo la doctrina del Juego Limpio Financiero marcada por la UEFA.

Bajo estos parámetros, paradójicamente los clubes que se encuentran en mejor situación financiera, como el Athletic, no han expresado su intención de recurrir al marcado invernal para reforzar sus plantillas.

El Real Madrid, que negoció con el Cruzeiro brasileño la contratación del medio centro Lucas Silva para cubrir la baja por lesión del croata Luca Modric, finalmente ha descartado la posibilidad de hacer fichajes durante estos días habilitados para tal fin.

El otro gigante, el Barça, simplemente lo tiene prohibido tras la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) de rechazar el recurso del club catalán sobre la sanción que le impuso la FIFA, que le impide contratar futbolistas hasta enero de 2016.

Hasta ahora solo ha habido cuatro incorporaciones en los clubes de la Liga BBVA, dos en el Atlético de Madrid, otra en el Valencia y una cuarta realizada por el Granada.

El club colchonero dio de alta al centrocampista argentino Ángel Correa, procedente del San Lorenzo de Almagro. Internacional sub’20, de 19 años, fue fichado en el pasado mes de mayo, pero durante el reconocimiento médico se le detectó una dolencia cardíaca de la que fue operado con éxito en Nueva York. Desde el pasado 13 de diciembre está a disposición de Simeone, su mentor, por lo que resta de temporada y otras cuatro campañas más.

Sin embargo, para que el jugador pueda competir con el primer equipo, el club debe liberar una ficha de extracomunitario, y eso implica acelerar los trámites para que el brasileño Joao Miranda obtenga la doble nacionalidad. El Atlético contempla la posibilidad de cederlo al Rayo Vallecano.

Pero la gran convulsión del incipiente mercado de invierno está protagonizada por el regreso de Fernando Torres al equipo donde se forjó, triunfó y salió con rumbo al Liverpool bajo la consideración de ser uno de los mejores delanteros del mundo.

El regreso Siete años y medio después, cumplidos los 30, el Niño ha podido volver al Atlético cedido por el Milán y a consecuencia de una triple carambola. Torres pertenece al Chelsea, que lo tenía prestado al club lombardo, donde no ha podido triunfar y no entraba en los planes de su entrenador, Filippo Inzaghi, que sin embargo deseaba a Alessio Cerci, un atacante italiano fichado al Torino el pasado verano que, a su vez, apenas contaba para Simeone. Cerci se va al Milán y Torres estará en el club madrileño lo que resta de campaña y una temporada más.

Pese a las grandes expectativas levantadas, el Niño deberá ganarse el puesto, y no lo tendrá fácil, ya que debe competir con el croata Mario Mandzukic hasta ahora referencia ofensiva y máximo goleador; Raúl García, Antoine Griezmann y el mexicano Raúl Jiménez.

Aunque el Valencia no tiene una economía boyante, el paraguas de su nuevo propietario, el empresario de Singapur Peter Lim, le ha permitido pagar 25 millones al Benfica por la contratación del argentino Enzo Pérez, un centrocampista que a sus 28 años se ha consolidado en la selección argentina y ha sido clave para que el equipo lisboeta se proclamara campeón de la última Liga portuguesa.

El cuarto fichaje del incipiente mercado invernal lo ha realizado el Granada, aunque no por necesidad imperiosa, ya que el lateral internacional mexicano Miguel Layún, de 26 años, procedente del América, firmó por cinco temporadas pero será cedido hasta final de curso al Watford inglés.

La mayoría de los equipos recurrirá al intercambio de cromos para reforzar sus plantillas, a falta de dinero fresco. El Getafe es un ejemplo paradigmático. Ha liberado la ficha de Michel Herrero, cedido por el Valencia y pendiente de poner rumbo al Guangzhou chino junto al entrenador Cosmin Contra.