vitoria ? José Manuel Mateo (23/01/1975, Pamplona) ha vivido toda su vida en su barrio, la Chantrea. El exjugador y técnico del Alavés entrena en la actualidad a Osasuna Promesas, un trabajo que le permite sacar tiempo para disfrutar de lo que más quiere:su familia y sus dos hijos.
¿Cómo le llamo, José Manuel o Mateo?
?Josema. El que me llama así me parece que es de mi círculo más cercano. Me resulta familiar y me agrada, porque Mateo suena a lo que has sido o a lo que has jugado y muchas veces ese Josema me parece más afectivo y cariñoso.
¿A sus hijos también les pasa lo mismo?
?Sí, al mayor en el argot futbolístico se le ha quedado un poco lo de Mateo. Pero después en el colegio y en otros ámbitos sigue siendo quien es. Al pequeño, de momento, no le ha pasado. Siempre le han llamado Aitor.
Parece que el mayor sigue la tradición...
?Sí, pero echo en falta que sean ellos mismos. Siempre son el hijo de Mateo o la mujer de Mateo y eso al final no gusta. Ojalá los viesen como Cristina, Aitor y Álex. Mateo ha sido un jugador de fútbol pero ya está.
Su mujer trabaja. Le tocará hacerse cargo del cuidado de los hijos...
?Sí, pero me gusta y tengo mucha suerte. Es una alegría levantarme por las mañana y poder ver cómo desayunan, exigirles que se laven los dientes, llevarles al colegio, recogerles después, ver cómo hacen las tareas... Todas esas cosas me tocan a mí y creo que soy un privilegiado por poder hacer lo que me gusta, que es entrenar a fútbol y además ese trabajo me permite poder disfrutar también de mis hijos.
¿Le hacen caso?
?Pfff... ¡Han salido duros! (risas). A veces hay que pelear más de la cuenta, pero al final es educación y se tienen que dar cuenta de que también hay unas obligaciones en esta vida.
Los entrenadores llevan fama de ser exigentes con sus jugadores. ¿Lo aplica también con sus peques o es más permisivo?
?No, no. Normalmente creo que, como suele ser habitual en matrimonios o en familias, la mujer juega ese papel de ser algo más permisiva y de dejarles un poco de rienda suelta. Yo siempre hago el papel de duro, porque también es algo que va con mi persona. Soy exigente y perfeccionista y como me dice mi mujer puede ser un “problema”. Me gusta que todo esté en su sitio y que los hijos hagan las cosas que tienen que hacer: llevar una rutina y después tener sus momentos para disfrutar y jugar. Pero me gusta ser exigente.
El fútbol ha estado siempre en su vida y ahora como entrenador acude a ver partidos aunque no le toque jugar a su equipo. ¿Cómo llevan esto en su casa?
?Mi mujer lo entiende perfectamente. Todos los fines de semana tienes que ver dos o tres partidos de rivales, manejar las situaciones de más horas, hablar con los chavales, preparar partidos y entrenamientos. A quienes más les cuesta es a mis hijos. Me preguntan si mi trabajo es ver partidos, no lo entienden porque ellos asocian jugar al fútbol con divertirse y no como una profesión.
¿Sabe lo que es un mateazo?
?Fue una expresión de Chus Luengo en la radio para referirse a que golpeaba fuerte al balón y la manera de sacar las faltas. Luego la gente va ampliando esta definición y lo asocia a despejes o a sacar el balón de El Sadar.
¿Cómo se lo toma?
?Siempre lo he tomado como algo anecdótico, gracioso y simpático. Cuando me lo decían, yo les contestaba con que eran despejes orientados que yo hacía (risas).
Por anécdotas deportivas parece que es un hombre con ideas muy claras y que las defiende sin importarle las consecuencias.
?Sí. A veces le doy muchas vueltas, pero al final llego a la conclusión de que hago lo correcto. En el momento que hago lo que pienso y digo lo que pienso, me parece que es lo correcto. Estaría traicionandome si a estas alturas tengo que sucumbir a unas directrices con las que no estoy de acuerdo. Estoy tranquilo con lo que me pasó en mi anterior etapa como entrenador en Osasuna, porque la gente sabe la historia y como digo siempre, a cada uno las cosas le ponen en su sitio (en cuanto a la directiva).
¿Se refiere a todo lo que ha ocurrido en estos últimos tiempos en el club?
?Los que estábamos metidos en el club ya sabíamos lo que había y a mí no me pilló por sorpresa. Pensaba que podía suceder porque veía que había unas gestiones que no me cuadraban con lo que había sido siempre el club. No me ha sorprendido porque cuando estás cerca de alguien ves de qué pie cojea.
¿Ve diferencias en las directivas?
?Sí. El fútbol en general ha cambiado mucho. Antes era más familiar, un entorno más cercano y era todo más sano y deportivo. Ahora todo se mezcla, el dinero pesa más y la gente se mete por intereses que no son deportivos.
Volviendo a usted, es una persona muy arraigada a la Chantrea, su barrio.
?Me siento de la Chantrea y estoy orgulloso de haber estado ahí toda la vida y de haber pertenecido al barrio y de las amistades que tengo. Sigo manteniendo la misma cuadrilla desde los diez años y sigo viviendo allí, pero tampoco descarto irme a vivir al centro algún día.
¿Lleva también la Tx en su coche?
?Respeto todo en esta vida y hay sitio para todos, pero en ese aspecto no soy de los que lleva la Tx, no.
Al ser el Txantrea el filial del Athletic, ¿nunca le bromearon por jugar en Osasuna?
?Soy una persona a la que la gente no hace bromas. No sé si es por mi semblante serio o por la primera impresión de chulo que puedo dar.
¿Cuál de sus facetas no conoce la gente?
?Que soy un tío sincero y noble a la hora de hablar. Digo lo que pienso y cuando rompo el hielo, creo que la gente me ve como una persona normal de la calle. Y yo también me considero una persona muy normal.
Cambiando de tema, ¿si pudiera convertirse en otra persona, en quién lo haría?
?Me gustaría ser una persona anónima. El hecho de que te reconozcan aún por la calle, que digan “la mujer de Mateo” o “mira Mateo” o “Mateo está tomando algo”, a veces cansa. No soy una persona súper conocida, pero sí que me gustaría pasar desapercibido y decir: ahora que se ha acabado el fútbol, ya soy una persona normal. Poder salir tranquilamente con mi familia sin que la gente me mire.
Imagínese que hubiera tenido paparazzis en la puerta de su casa...
?Prefiero no planteármelo, bastante tengo ya, aunque no es ni una décima parte de lo que pueden vivir otros jugadores... Pero estoy seguro de que yo no podría aguantarlo porque me parece importante tener algo de intimidad. Antes me voy a vivir a... ¡Perú! (risas).
¿Está al tanto de las noticias que le rodean?
?Sí, de hecho me gusta la tranquilidad que da ver el telediario del mediodía.
¿Y qué le preocupa?
?Sobre todo el tema del hambre. Muchas veces nos quejamos de cosas que después nos damos cuenta de que son tonterías porque hay situaciones verdaderamente dramáticas por ahí. Recuerdo que cada cuatro años venía una tía misionera, que ya falleció, y nos contaba situaciones que decías: “¿Yo me estoy quejando aquí?”, “¿de qué?” Me duele que haya tantas diferencias.
Sin embargo, parece que hoy en día quienes más protagonismo tienen son los políticos...
?Ahora mismo vería bien que dijeran que quien quisiera se marchase. Me gustaría que dieran paso a gente con ideas nuevas y sin temas de corrupción. Gente limpia, que aporte cosas nuevas. Al final son tantos los casos de corrupción que están saliendo que dan ganas de que se marchen todos y que se queden los que no tienen nada que ver.
¿Pablo Iglesias podría ser esa gente?
?Lo que está haciendo me parece algo bueno, luego habrá que ver el proyecto que lleve y sus ideas. Igual que digo Podemos digo cualquier otro partido. Por lo menos ellos han hecho recapacitar a otros grupos políticos, que ven que ha entrado con fuerza y que quizás tienen que pensar más en los ciudadanos, en la calidad de vida o en la igualdad.
¿A quién pondría al frente del Gobierno?
?Me gustaría leer el proyecto que lleva cada uno, pero comulgo mucho con la igualdad para todos, crear empleo, tener un sueldo digno... Pondría a alguien que defienda esos aspectos.
¿Le gusta la Navidad?
?Cuando era más joven me gustaba por la fiesta, el jolgorio o los regalos. Ahora es otra historia. Me encanta reunirme con la familia, cenar juntos y hablar hasta las tres de la mañana comiendo turrón. Si a eso le añades el hecho de que ahora tengo una familia, dos niños pequeños, con la ilusión de los regalos...
¿Qué les pediría a los Reyes Magos?
?Ahora mismo no cambiaría nada de mi vida. Soy feliz con lo que tengo. l
Nombre. José Manuel Mateo.
Lugar y fecha de nacimiento. 23/01/1975, Pamplona.
Familia. Casado con Cristina y padre de Álex, de diez años, y de Aitor, de ocho.
Estudios. Cursó EGB.
Trayectoria. Jugó en Osasuna ocho temporadas (1996-2004), siendo capitán del equipo ‘rojillo’. En 2004 fichó por el Valladolid, donde estuvo un año, y más tarde recaló en las filas del Recreativo de Huelva, con el que consiguió el ascenso a Primera División. Su último equipo como futbolista fue el Deprotivo Alavés (2006-2009). El navarro inició después su etapa como técnico, pasando primero por las categorías inferiores de Osasuna y más tarde por el Alavés B, filial del que no salió muy bien parado la pasada temporada tras una agria discusión con el actual secretario técnico del club, Javier Zubillaga, que a mitad de temporada y con el equipo metido de lleno el los ‘play off’ de ascenso a 2ªB, le obligó a descartar del once titular a algunos de sus jugadores por la negativa de éstos a querer renovar con el Deportivo Alavés. Desde el pasado verano dirige al filial rojillo.
Una ciudad. San Sebastián.
Aspecto que más le guste de su persona. La sinceridad.
Y el que menos... El ser
demasiado sincero, que a veces me ha jugado malas pasadas.
El momento más duro de su vida. Cuando hace unos días recibí una mala noticia sobre un familiar. Lleva luchando durante cuatro años contra una enfermedad y me hubiera gustado escuchar algo mejor.
Y el más bonito... El
nacimiento de mis dos hijos.
Sus aficiones son... Jugar a pádel e ir al cine con mi familia.
Una prenda de vestir. Las bermudas.
Una bebida. El agua.
Una comida. El chuletón.
Un vicio confesable. El
chocolate.
Mar o montaña. La montaña.
Un sueño por cumplir. Ver
crecer a mis hijos.