Naroa Agirre, fuera de la final de pértiga
Borja Vivas logra la plata en peso y Carlos Tobalina acaba noveno
Zúrich - La donostiarra Naroa Agirre, plusmarquista estatal de pértiga con un registro de 4,56 metros, no pudo acceder ayer, en la jornada inaugural a la final de los Europeos de Zúrich al acreditar un mejor salto de 4,35 en la calificación, insuficiente para estar entre las doce mejores saltadoras. La marca que había que superar para entrar en la ronda definitiva de la lucha por los metales era de 4,50, un centímetro menos que su mejor registro del año y a seis de su récord estatal, pero la atleta guipuzcoana no tuvo ayer su mejor día.
La donostiarra, que recientemente perdió algunos días de entrenamiento como consecuencia de sus molestias en la espalda, superó a la primera el listón cuando este quedó ubicado a 4,00 y 4,15 metros de altura. Su primer fallo se produjo en 4,25, marca que saltó en el segundo intento. El listón subió luego a 4,35 y pasó la prueba recurriendo al tercer intento.
De todas maneras, ese registro no era suficiente para poder llegar a la final. Agirre estaba en ese momento decimosexta en la clasificación, fuera de las doce mejores saltadoras que avanzaban a la siguiente y definitiva ronda. La barra se elevó en ese momento a 4,45 metros y la vasca falló en las tres oportunidades que tuvo ante sí, pese a que en la segunda de ellas estuvo muy cerca de superarla y conseguir alargar de esa manera su presencia en este Campeonato de Europa.
Naroa Agirre, cuyo mejor resultado en un gran evento internacional fue un sexto puesto en la final de los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004, ya estuvo presente en dos finales de competiciones continentales, ya que en Múnich 2002 fue décima, mientras que en Gotemburgo 2006 terminó séptima.
Tampoco tuvo mejor suerte el navarro Sergio Fernández, campeón de España en la modalidad de 400 metros vallas, pues quedó eliminado por milésimas en la primera ronda de esta prueba con una marca final de 50.89, exactamente la misma que registró el letón Janis Baltuss. La foto de llegada otorgó la clasificación a Baltuss en detrimento del navarro, con el que había llegado en la quinta y última serie emparejado en la lucha por el cuarto puesto, que clasificaba directamente para las semifinales.
Tobalina, noveno Por su parte, Carlos Tobalina, atleta nacido en Barakaldo y afincado en Castro, sí que se clasificó para la final de lanzamiento de peso, quedando finalmente en la novena posición. Tobalina compitió con gran dignidad en la sesión de tarde aunque tuvo la mala fortuna de perder, en el último instante, su puesto en la mejora, al ser adelantado por el ruso Valery Kokoyev. Tobalina abandonó Zúrich con un noveno puesto y una marca de 20,04, con la sensación de no haberse arrugado ante los grandes.
En la primera final continental con dos lanzadores estatales, el malagueño Borja Vivas consiguió la medalla de plata, su primer metal en una gran competición internacional, con una marca de 20,86. Vivas sólo cedió ante el alemán David Storl, doble campeón mundial y defensor en el evento suizo del título, que dinamitó la final con una marca de 21,41 en su primer intento y resistió durante todo el concurso el acoso del campeón olímpico, el polaco Tomasz Majewski, que hubo de resignarse al tercer puesto con 20,83.
En la otra final disputada en la jornada inaugural del Campeonato de Europa, la de 10.000 femenino, la inglesa Jo Pavey hizo historia al convertirse, a sus 40 años, en la mujer con más edad que conquista una medalla de oro en este evento. Pavey superó en un final de infarto por poco más de un segundo a la francesa Clemence Calvin, que tras controlar buena parte de la final tuvo que conformarse con subir al segundo peldaño del podio. La también gala Laila Traby acabó tercera.