Sao Paulo - Dos goles de Luis Suárez, recientemente recuperado de una lesión de rodilla, mantienen a Uruguay con opciones de entrar en octavos del Mundial y lanzan a la lona a una notable Inglaterra, a la que deja al borde de la eliminación. Suárez anotó de cabeza en el minuto 38, Wayne Rooney igualó en el 75 con su primer gol en un Mundial, pero el nueve de la Celeste se empeñó en mantener vivos a los suyos con un trallazo a solo cinco minutos de la conclusión. Con este triunfo, Uruguay iguala a tres puntos con Italia y Costa Rica, que se miden hoy mismo, mientras que Inglaterra se queda con cero. Un empate en Recife entre italianos y ticos dejaría eliminados a los ingleses.
Después de las derrotas de los uruguayos ante Costa Rica (1-3) y de los ingleses contra Italia (2-1), los contendientes del Arena Corinthians necesitaban ganar para aspirar a octavos. Recibió a ambas selecciones, antiguas campeonas del mundo, una tarde nublada y fresca del invierno de Sao Paulo, más propia de las Islas Británicas que de la meridional Brasil. Y quizá por tratarse de un clima semejante al de una tarde primaveral de Liverpool o Londres, Inglaterra tuvo en muchos periodos del partido más fútbol que los vigentes campeones de la Copa América. Un fútbol vertical y abierto al que Uruguay respondía esporádicamente con alguna combinación, casi siempre con Luis Suárez de por medio.
El artillero charrúa del Liverpool saltó al campo a pesar de estar convaleciente por una lesión en el menisco. No intervino demasiado hasta su cabezazo a las redes. Un córner cerrado que no se convirtió en gol olímpico gracias a la manopla de Joe Hart fue lo más destacable en la primera media hora. Pero la amenaza latente estaba ahí. Antes del tanto de Suárez, la rejuvenecida Inglaterra había dado trabajo a los campeones del mundo en 1930 y 1950. Se sucedieron numerosas ocasiones claras de los seleccionados por Roy Hodgson. A una falta cometida sobre Danny Welbeck, respondió Wayne Rooney con un cabezazo al larguero a menos de un metro de la meta de Muselera. Fue la oportunidad más flagrante, pero no la única. Pero Suárez, el voraz delantero recuperado de una lesión, justificó la apuesta de Tabárez. Nicolás Lodeiro vio el desmarque de Edinson Cavani. El Príncipe levantó la cabeza y localizó a Suárez corriendo a las espaldas de los centrales ingleses. Le puso un balón medido y Suárez cabeceó bombeado a la derecha de Joe Hart. Era el minuto 39 y el goleador estalló de júbilo. Uruguay también.
Así se llegó al descanso, y casi al final del partido. Pero los laterales ingleses son una bendición para cualquier delantero. El derecho del Liverpool, Glen Johnson, asistió a Rooney después de combinar con Sturridge. Y la estrella del Manchester United batió a Muslera. Parecía el empate definitivo, pero Suárez, quién si no, aprovechó un error de los centrales, que no cerraron un balón aéreo aparentemente sencillo, y enfiló a Hart, al que acribilló con la derecha en el minuto 85. El guerrero Suárez, extenuado, acabó sustituido entre la aclamación de los uruguayos. Sin embargo, su trabajo ya estaba hecho.