el Maccabi fue capaz de anular el run and gun del Madrid y éste perdió su seña de identidad. El principio del fin. Cuando hablamos del Maccabi como el tapado de la Final Four es caer en el absurdo. Todos los equipos que llegan a las series finales tienen las mismas opciones de llevarse el cetro europeo. Y más un clásico como el equipo israelita, cansado de llegar tantas veces hasta el final del recorrido. Quién no recuerda a los Aroesti, Perry, Berkowitz, Vujcic, Jamchi, Magee, Anthony Parker? Jugadores que han marcado un antes y un después en el baloncesto europeo. La vitola de cenicienta se podría entender por la falta de centímetros en la pintura y las posibles dificultades que podrían sufrir contra las torres rivales (Kristic, Bouroussis, Reyes, Kaun, Mejri, etc...). Pero tanto el CSKA en semifinales como el Madrid en la final abusaron del tiro exterior, llegando casi a tirar tanto de 3 puntos como de dos, con unos porcentajes muy bajos por debajo del 50%. El Madrid tampoco pudo correr como en él es habitual. Todas las transiciones eran placadas por la defensa macabea que les obligaba a jugar en posicional. En defensa tampoco sacó su mejor versión, dejando bastante libres a sus tiradores e incluso concediendo demasiadas segundas opciones tras rebote ofensivo. El planteamiento de Blatt fue claro: partido trabado sin permitir correr el contragolpe, mucho físico, muchas interrupciones en el juego y en ataque 1c1. En el equipo de Laso, eché en falta un killer para los momentos calientes, estilo Spanoulis, Diamantidis o Navarro en su mejor versión. El Madrid, como equipo, es espectacular y todos los jugadores aportan. Pero cuando hay que jugarse las habas de verdad, no tiene a un súper clase. Unos dicen que esa responsabilidad cae en Rudy, pero a mi entender está a años luz de jugadores como los que antes he mencionado. En semifinales, el Madrid terminó con más de un 50% de acierto en t3 y más de un 60% en t2, algo al alcance en muy pocos partidos. No puedes pensar que siempre va a ser así. Es verdad que contra el CSKA de Messina el Maccabi pudo perder, pero el equipo ruso perdonó en la primera parte errando muchísimos tiros exteriores en situaciones claras y abiertas. Y también es verdad que el error de Khryapa en la recepción del balón no es muy normal. Y que los pasos de Rice al hacer la bandeja tampoco se pitaron. Pero el Maccabi pasó a la final. Luego le esperaba el favorito tanto por la trayectoria en toda la Euroliga como por la forma de solventar su semifinal contra el Barcelona. El inicio de partido de los blancos contra el Maccabi se pareció mucho a lo que sucedió hace un año contra el Olympiacos. Una salida fulgurante del bloque de Laso que desarboló a los chicos de Blatt. A partir de ahí, poco a poco fue perdiendo el control del juego hasta que Rice se erigió en el actor protagonista de la velada. Ahora tocan tiempos de reflexión y una de las preguntas que se hará mucha gente será si lo del Madrid ha sido un fracaso o una desilusión.
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