Logroño - El australiano Michael Matthews se proclamó ayer vencedor de la Vuelta a La Rioja al culminar en el sprint final el gran trabajo realizado por todo su equipo, el Orica GreenEdge, a lo largo de los 167 kilómetros de recorrido. La prueba estuvo protagonizada por la escapada prácticamente desde el inicio de seis ciclistas y por el control del equipo australiano, que dejó a los fugados acumular hasta tres minutos de ventaja para neutralizarles a falta de seis kilómetros de meta. Además, el conjunto vencedor impidió que en la llegada se infiltrara algún ciclista que se aprovechara de su trabajo, algo que intentó el vencedor de la pasada edición, Francesco Lasca, que acabó segundo.

La carrera comenzó a moverse muy pronto, cuando saltaron del pelotón Peio Bilbao (Caja Rural), que acabó llevándose la general de metas volantes, David Belda (Burgos), Miguel Mínguez (Euskadi), Raúl Rubio (Louletano), Jaume Rovira (Ecuador) y Andrés Vigil (Partizán), aunque este último perdió pronto el contacto con los demás. Por detrás el pelotón tardó en reaccionar, tanto que llegaron a superar los tres minutos y medio de renta, pero cuando lo hizo fue el Orica el que asumió la responsabilidad, dejando claro que su objetivo era la victoria. El pelotón echó abajo la fuga a menos de seis kilómetros para la meta y el conjunto australiano empezó a colocar sus piezas, entre las que no estaba Gerrans por un pinchazo. Algunos ciclistas de Movistar, Caja Rural (como Lasca) y Euskadi trataron de colarse en el sprint, pero los australianos llegaron a la última curva lanzados y con Matthews lo suficientemente bien colocado para alzar los brazos por delante de Lasca y Carlos Barbero (Euskadi). - Efe