idiazabal. José Javier Zabaleta es una fuerza de la naturaleza. Su pegada es éxtasis. Y le sale tan natural... Con dos manos como cañones, ayer alumbró una actuación enorme, de las que marcan pautas en la historia, de las que aparecen en los libros. El zaguero de Etxarren finalizó siete tantos con un material encabritado y finiquitó el encuentro con dos rebotes que pusieron al público de pie. El joven guardaespaldas dio un recital ante Aritz Begino. El zaguero, suplente de Andoni Aretxabaleta, estuvo bien, defendió y cumplió, pero se encontró en los cuadros largos con un pelotari desbocado. Ezkurdia, con menor presencia en ataque que su compañero, y Zabaleta, de este modo, se meten de nuevo en la pelea por un hueco en semifinales. Obtuvieron ayer su segundo punto y, además, derribaron la atalaya de Aimar Olaizola, que aterrizaba en Iruñea con una tabla clasificatoria inmaculada.

La táctica de evitar a Aimar Olaizola en los cuadros largos tuvo una buena cosecha para los de Aspe. Bombardearon a Begino para quitar el aire cerca del frontis al delantero de Goizueta, a un nivel enorme hasta ayer. Y el delantero de Asegarce, que aun así acabó once tantos, se vio obligado a retrasar posiciones para entrar desde el cuatro y medio. Y, desde ahí, no podía hacer milagros.

Begino aguantó lo que pudo y Ezkurdia se dedicó a buscarle. Zabaleta, entonces, se erigió protagonista. Llegaron igualados en la veintena y dos rebotes del de Etxarren rompieron el partido.