El encuentro se disputó varias horas más tarde de lo previsto debido al intenso calor sobre Melbourne, que obligó a modificar el programa y a cerrar el techo de la pista central del Rod Laver Arena.
La organización del torneo decretó casi desde el comienzo de la jornada la llamada Política de Calor Extremo, lo que supuso la suspensión inmediata de todos los partidos previstos en las pistas exteriores.
"Con ese calor es imposible jugar fuera", comentó Rafael Nadal tras finalizar su partido con Kokkinakis. El español se enfrentará en la siguiente ronda al ganador del encuentro entre el estadounidense Jack Sock y el francés Gael Monfils, vigésimo quinto favorito.