Un partido vital el de mañana con la Copa en el horizonte de los dos equipos, ¿verdad?

Sí, es así. El Baskonia juega en casa y es favorito. Tras perder en Bilbao, ellos querrán regresar a la senda de la victoria. Somos conscientes de la dificultad que entraña jugar en el Buesa Arena, pero vamos con la intención de competir, hacer un buen papel y, si se puede, llevarnos una victoria fundamental.

Si para ustedes la Copa es un premio, para el Laboral Kutxa es una obligación. ¿Deben jugar con la ansiedad y nervios alaveses?

Ellos están muy acostumbrados a disputar esta clase de encuentros. Si algo destacaría del Baskonia es el carácter que lleva en sus genes. Sabiendo que juegan en casa, presumimos un partido muy complicado. Si despliegan todo su juego, realmente será muy difícil superarles en su casa.

¿Le sorprende la dinámica tan desconcertante de su antiguo equipo en la presente temporada y los apuros que está viviendo para colarse en la cita malagueña?

A ver, yo he formado parte de un conjunto entrenado por Scariolo hace muchos años y coincidí con él en Vitoria. Sus equipos están siempre muy bien trabajados y, a medida que va transcurriendo la temporada, consiguen mejorar y encontrar el estilo que quiere el italiano. Estoy convencido de que, según pasen las jornadas, el Baskonia será un bloque mucho mejor. Además, es cierto que lleva sufriendo excesivas lesiones desde el inicio de la temporada y que jugadores importantes como el Chapu, Hanga y Hamilton no han estado. Son bajas importantes que hacen daño a cualquiera. Me espero un Laboral Kutxa al más alto nivel y, por eso, sé que será un partido enormemente difícil para nosotros.

En el centro de muchas iras están tanto Heurtel como Hodge, los dos 'unos'. ¿Qué opina de ambos usted que también es director de juego?

Son dos grandes bases. El problema es que el Baskonia ha tenido en el pasado uno de los mejores bases de la última década como Pablo Prigioni y puede que la gente se acuerde todavía de él. Si entramos en comparaciones, será casi imposible que el club encuentre un jugador de ese nivel. No albergo dudas de que Hodge y Heurtel, cada uno con sus virtudes, son dos grandes bases y lo están demostrando especialmente en la Euroliga. En el caso del francés, es el segundo mejor asistente de la ACB. Si se le intenta comparar con Pablo, no sólo ellos sino cualquiera sale perdiendo.

Su equipo está dando continuidad al brillante papel del pasado curso.

Sí. Mantenemos el grupo y eso es fundamental. Nos hacemos fuertes en casa y el hecho de conocernos muy bien entre todos y llevar años juntos es muy positivo para la química del grupo. En este sentido, tenemos ventaja respecto a otros clubes que han apostado por fichar muchos jugadores y necesitan un periodo de adaptación para dar lo mejor de sí mismos. En nuestro caso, eso no sucede y estamos muy contentos de cómo están saliendo las cosas. También hemos sufrido problemas físicos y andamos a la espera de recuperar al Pipa Gutiérrez. Para un conjunto modesto como el nuestro, cualquier lesión nos afecta, pero en líneas generales no nos podemos quejar.

La veteranía es un grupo y ustedes casi todos sobrepasan la treintena. ¿Benditas arrugas?

Es verdad que somos jugadores muy veteranos y con muchos años a nuestras espaldas. Esto es punto a favor en cuanto a experiencia y saber jugar los partidos apretados. Pero creo que la clave de nuestro éxito es que se mantiene el mismo bloque desde hace varias temporadas. El núcleo duro viene siéndolo desde la época de la LEB. Es un grupo ganador que conquistó la liga y la Copa del Príncipe. Luego, cada año fichamos dos o tres jugadores que se adaptan muy bien a las necesidades del colectivo.

Tenerife se vuelca con el baloncesto y hace poco el club también ha conseguido un importante patrocinador para manchar la camiseta. ¿Más fácil de esta manera?

Sí, es algo de lo que no todos los clubes de la ACB pueden presumir. Se están dando los pasos correctos para consolidar al equipo y la ayuda de Iberostar le dará una mayor solidez al club, además de cierta tranquilidad. Creo que el Tenerife va dando pasitos pequeños pero, a la vez, seguros hacia un futuro mejor. Aquí, creo que somos de los pocos que estamos al día en los pagos y, por ello, todos estamos muy contentos.

Un navarro como usted acostumbrado al frío de Vitoria, Donosti y Valladolid, ¿cómo le sienta el calor de las Islas Afortunadas?

Hay mucha diferencia a nivel climatológico y no debo ni comentarlo porque todo el mundo lo sabe. Para mí, las Navidades sin frío son diferentes. Dar un paseo por las calles principales y ver la cabalgata sin bufanda ni gorro se me hace raro. ¿Los aviones? Se hace pesado, pero te acabas acostumbrando. Son mínimo tres horas a Madrid y luego lo que venga a cada ciudad. Al principio, me costó muchísimo, pero trato de entretenerme con otras cosas.

En las dos últimas campañas ha tenido una notable evolución como jugador. ¿A qué lo achaca?

No sé si estoy viviendo una segunda juventud, pero he encontrado en Tenerife un lugar donde se ha confiado en mí desde el principio. Es cierto que en la posición en la que juego, con el paso de los años, vas encontrando esa madurez. Ahora, he conseguido la mezcla de esas dos cosas. Estoy firmando los mejores años de mi carrera en la ACB y ojalá tenga cuerda para rato, aunque esto se puede torcer si me relajo.