Eibar. Eligió a Joseba Ezkurdia -"porque es un pelotari que imprime muchísima velocidad a la pelota"- Juan Martínez de Irujo para encontrarse en su primera sesión seria de cara a las semifinales del Cuatro y Medio. Penado por la lesión del índice de su derecha, el delantero de Ibero apenas ha podido ejercitarse con garantías y buenas sensaciones desde que hace cinco semanas se golpeara en el frontón Baztan de Elizondo. Aun así, expeditivo el huracán de Ibero se decantó por uno de sus compañeros de entrenamientos del grupo de Aspe con Aritz Altadill en Zentrum de cara a pulsar las sensaciones de diez días sin esforzar su dedo más que en momentos puntuales en los que actuaba con la pelota solo para hacer manos. Un buen gallo que le puso las cosas muy difíciles en cuartos de final, donde el iberoarra acabó vivo de milagro, paseándose el poderoso voleísta de Arbizu con el saque y el aire. Al final, triunfó Juan y un suspiro llenó el Labrit, porque el duelo había sido negro e intenso.

Califica el delantero de Ibero que "el dedo ha mejorado, pero no demasiado", tal y como valoraba a DNA antes de ejercitarse de modo exigente. "Sí que se puede decir que ha sido mi mejor entrenamiento desde que me lesioné en Elizondo, pero tampoco está para echar cohetes. Es normal que el dolor remita aunque sea un poco, porque ya vamos camino de las cinco semanas desde que me golpeé y lo lógico es que en este tiempo se vaya curando. De todos modos, en diez días tampoco se van a hacer milagros", declaró tras el entrenamiento el poderoso pelotari iberoarra, quien apostilla que "no me veo del todo fino" para la semifinal del domingo contra Oinatz Bengoetxea en la cancha eibarresa. Así las cosas, el desempeño de Martínez de Irujo con Ezkurdia ayer como sparring de lujo llegó a ser superior a la hora, rondando la hora y cuarto de entrenamiento "incluyendo el calentamiento" en una prueba "exigente" en la que el iberoarra ha tratado de jugar al "cien por cien". No obstante, el dolor de la fisura aún está latente y a la hora de golpear con la diestra mediatiza sus movimientos. De hecho, "cuando le doy mal, me duele mucho", manifiesta. Así las cosas, el delantero de Aspe admite que "soy optimista". "A ver si para el domingo el dedo está mejor y puedo salir al frontón concentrado", determina. Y es que, tal y como explica, "con la tensión especial que se tiene en los partidos, las sensaciones son muy distintas. Al final, esto son solo entrenamientos. Cuando salga voy a salir a sufrir y a pelear por ganar a Bengoetxea".

Por otro lado, el manista navarro desvela que "físicamente me encuentro muy bien, no hay ninguna pega. Este año había preparado muy bien el Cuatro y Medio y me encuentro ágil en la cancha" y concreta que "si no estás bien, te gana cualquiera; aunque considero que el físico no ha determinado ninguno de los duelos de cuartos".