Bilbao. Una primera mitad primorosa, en la que arrolló a un rival que venía presumiendo de vitola de Champions, sirvió anoche al Athletic para seguir haciendo de San Mamés el fortín que le está empujando a Europa. Dos goles en dos minutos locos, convertidos por un Mikel Rico que ayer estuvo gigante y un Aritz Aduriz que rompió así su sequía goleadora, dieron alas a los de Bilbao, que solo tuvieron que dosificar los minutos ante un Villarreal que pagó caro haberse quedado con 10 al final de la primera parte. Foto: efe
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