Rusia truncó el sueño de España y reeditó su título al imponerse en la final de la Copa Mundial de fútbol playa que se disputó en Tahití por un rotundo 5-1. Durante el primer periodo, ambos equipos optaron por no arriesgar en demasía. España intentó sorprender a sus adversarios con pases largos, sin excesivo éxito. Fue al inicio del segundo cuando Rusia comenzó a mostrar su supremacía.