baiona. "¿Qué buscaban realmente? ¿Despedirme? ¿Para quién es el cargo? ¿A quién ha podido molestar lo bien que está funcionando la Vuelta en los últimos años gracias a un gran trabajo en equipo? ¿Cómo han podido los grandes defensores de la marca España dejar que el buque insignia del ciclismo en España, la Vuelta a España, sea ahora mismo de propiedad francesa?".

Todas esas preguntas se hace Abraham Olano en un comunicado con el que rompe el silencio de varias semanas y en el que expresa su incredulidad al ser destituido por Unipublic de su cargo como director técnico de la Vuelta tras la publicación del informe del senado francés que le vinculaba, como a otros ciclistas como Jalabert, Zabel, Pantani o Ullrich, a un resultado positivo por EPO durante el Tour de 1998, el del escándalo Festina.

Olano explica que al día siguiente de que se publicase la noticia Javier Guillén, director general de Unipublic, le citó para una reunión en la que le comunicó su despido. "Los motivos que me indicaron estaban relacionados con mi posible implicación en el uso de una sustancia no permitida en el Tour de 1998 y la política anti-doping de la empresa", reconoce el exciclista, que no acepta ese motivo y se extraña de que en las pruebas que organiza ASO -Tour y Vuelta, entre otras muchas- "se permite la participación, tanto de corredores que, tras haber sido sancionados por el uso de sustancias no permitidas, o directores implicados en temas similares, han cumplido su correspondiente sanción, lo cual me parece correcto. Pero no entiendo que, con ese mismo criterio, mi presencia sea cuestionada".

Tras ponerse en manos de un abogado, Unipublic dio la razón a Olano y reconoció legalmente que su despido es improcedente porque los motivos para llevarlo a cabo no son justificables. "Sin embargo", dice Olano, "han optado por no readmitirme y han preferido indemnizarme". Extrañado por el desenlace de los acontecimientos, es cuando se hace Abraham tantas preguntas: "¿Qué buscaban realmente? ¿Despedirme? ¿Para quién es el cargo? ¿A quién ha podido molestar lo bien que está funcionando la Vuelta en los últimos años, gracias a un gran trabajo en equipo? ¿Cómo han podido los grandes defensores de la Marca España dejar que el buque insignia del ciclismo en España; la Vuelta a España sea ahora mismo de propiedad francesa?".

Sobre su vinculación al asunto de dopaje en el Tour de 1998, por el contrario, Olano solo hace afirmaciones. Como que su nombre no aparece en ningún informe del Gobierno francés. O que "nadie durante los 15 años transcurridos desde 1998 se ha puesto en contacto conmigo para solicitar mi presencia, con el objetivo de que identificara algún frasco de orina de mi posible propiedad y poder, desprecintarlo en mi presencia y analizar su contenido, como exigen las normas legales, para evitar cualquier manipulación indebida".

Olano zanja el comunicado diciendo que no piensa dedicarle ni un minuto más a este asunto. Ahí quedan sus preguntas.