como no podía ser de otra forma, el mercado del fútbol en Segunda División se mueve al ritmo que marcan los problemas económicos. A falta de poco más de un mes para que arranque una competición en la que el Deportivo Alavés debutará en Girona el 18 agosto, los clubes de la categoría de plata del fútbol español parecen mantenerse a la espera de un arreón final para completar sus plantillas.

Hasta la fecha, el equipo que más altas ha confirmado es la Ponferradina, con nueve, seguido de un batallón de tres rivales que han sumado ya ocho refuerzos (Mirandés, Sporting de Gijón y Córdoba). El Alavés, que el pasado lunes arrancó la pretemporada, ha cerrado seis: Nano, Ion Vélez, Iñaki Goitia, Unai Medina, Jorge Mediavilla y Mauro Quiroga, además de mantener a prueba durante un periodo de tiempo indeterminado a Óscar Serrano, procedente del Levante. En el otro lado de la balanza se mantienen conjuntos como el vecino Eibar, que sólo puesto a disposición de Gaizka Garitano a Kijera, Lillo y Albentosa, el Murcia con los fichajes de Tete y Pedro Alcalá y Girona, Real Madrid Castilla, Lugo y Sabadell, con tres jugadores oficializados cada uno.

De cualquier forma, por mucho que la escuadra de Natxo González afronte estos días los primeros compases de la preparación estival, en la entidad albiazul aseguran "no tener prisa" a la hora de cincelar definitivamente el lienzo del Alavés 2013-14. Al menos así lo manifestó el nuevo secretario técnico, Sendoa Agirre, durante la presentación del hasta ahora último refuerzo, el delantero argentino Mauro Quiroga. "Vamos poco a poco porque el mercado está como está. El objetivo es tener el máximo número de jugadores, pero sin prisas", explicaba el exjugador alavesista, ayudante ahora del director deportivo, Javier Zubillaga.

Por su parte, el otro apartado en el que el Deportivo Alavés también destaca entre los que serán sus contrincantes en el retorno a Segunda División es en lo que a la lista de bajas se refiere. Un punto en el que el que fuera rival albiazul en el play off de ascenso, el Real Jaén, lidera la tabla con nada menos que 17 bajas en el vestuario. Tres nombres más que los jugadores cortados por el club de Mendizorroza (14), aunque sólo uno más que el segundo en despidos, la Ponferradina (16). Por el contrario, los equipos de Segunda División que menos jugadores han perdido este curso respecto al anterior son el Deportivo de La Coruña y el Tenerife, ambos con cuatro únicas salidas.

La descompensada lista de altas y bajas en los 22 equipos que forman la competición no hace sino demostrar el estancamiento que sufre ahora mismo el mercado, con muchos futbolitas que acababan contrato o han sido rescindidos por sus equipos y que actualmente se encuentran a la caza y captura de un nuevo hogar. Y ahí, pese a ser un recién ascendido, el Alavés dispone de una garantía llamada estabilidad económica. Sin ser tan boyante como para tirar la casa por la ventana, los convenios con las instituciones públicas constituyen una férrea argamasa de la que carecen muchos de sus rivales en la categoría.

nombres propios Dejando a un lado la estadística de altas y bajas a falta de menos de treinta días para el inicio de la competición, el zoco estival ha dejado ya algún fichaje de relumbrón como el regreso del eterno Juan Carlos Valerón (Deportivo de La Coruña) a la UD Las Palmas, de donde salió hace 16 años, o la llegada del excompañero de Óscar Serrano, Barkero (Levante), al Real Zaragoza, por citar a dos futbolistas que el curso pasado en Primera División fueron hombres importantes en sus respectivos equipos.

La Segunda División perderá sin embargo a muchas de las que el año pasado fueron sus grandes estrellas, como el canterano culé Deulofeu (Everton) o el merengue Jesé, que sube al primer equipo bajo las órdenes de Carlo Ancelotti. Con todo, las próximas semanas se anticipan especialmente intensas en los despachos de los 22 clubes de Segunda División para terminar de rematar unos proyectos pendientes todavía de varias caras nuevas.