BILBAO. El equipo vasco se ha desplazado a tierras búlgaras pletórico de moral, con diez triunfos en los doce partidos oficiales que lleva jugados esta temporada y una apabullante victoria en la última jornada de la Liga Endesa ante el FIATC Joventut en Bilbao.
Los de Fotis Katsikaris y su afición de Miribilla parecen conjurados ante las dificultades económicas que se le han presentado con sus principales patrocinadores al club y están respondiendo con el mejor inicio de curso de 'los hombres de negro' de su historia.
De cara al choque de mañana, el Bilbao Basket sigue teniendo la baja por una lesión muscular del base Raúl López, una ausencia que está siendo bien respondida por Roger Grimau a pesar de que el alero se ha visto obligado a cambiar de puesto y de rol, y de que Raúl estaba siendo el mejor jugador de la temporada.
Para seguir mañana por la senda positiva por la que camina en lo que va de curso, el conjunto bilbaíno deberá superar a un sorprendente Lukoil al que se esperaba el equipo más débil del grupo, pero arrolló al Belgacom Spirou en la primera jornada (93-73) y apuró al máximo al Buducnost en Montenegro en la segunda (75-72).
Buena parte de la culpa de ese buen inicio de los de Sofía la tienen los pívot estadounidenses Mohamed Abukar (2,08) y Darril Watkins (2,11), los mejores en esos dos partidos con un total de 67 puntos y 82 de valoración entre ambos.
Otros dos estadounidenses, el base Brandon Heath y el alero Devi Green, y el escolta local Bozhidar Avramov completan el habitual cinco inicial de un equipo completado por jugadores búlgaros y que, dirigido por Marin Dokuzovski, da muchos minutos a sus jugadores más importantes.
Tan corta rotación puede ser un hándicap ante un Bilbao Basket más que confiado en su juego y que si gana mañana tiene ya casi asegurada su presencia en el Last 16, primer gran objetivo europeo para esta temporada de los de Katsikaris.