Vitoria. La Fundación Vitoria-Gasteiz, un nuevo proyecto para trabajar el fútbol base dentro de Álava, dio ayer sus primeros pasos con una fiesta inaugural que tuvo como principal protagonista a Gaizka Toquero, el futbolista vitoriano que se ha convertido en un ídolo en Bilbao. El sueño de muchos chavales alaveses que empiezan a darle patadas a un balón es emular dentro de unos años al delantero vitoriano del Athletic y este nuevo proyecto, liderado por Álvaro Mendiguren, de reconocida trayectoria en el fútbol provincial, pretende convertirse en esa base que sirva a los niños para dar sus primeros pasos en el deporte del balompié, pero sin olvidar la importancia que en su desarrollo vital y personal tienen los estudios, una materia que los más jóvenes no pueden dejar de lado para asegurarse las mejores opciones de futuro si el fútbol no va más allá de una mera diversión.
Una vez que le comunicaron que no iba a ser renovado el contrato que le unía al Deportivo Alavés, Álvaro Mendiguren se puso a trabajar para poner en marcha este nuevo proyecto mediante el cual se pretende "aunar la formación educativa y deportiva de los más pequeños, ofreciendo la integración del fútbol y el estudio".
Este nuevo proyecto que ahora echa andar y que ayer fue presentado en las instalaciones de Betoño ya ha tenido una notable acogida entre la sociedad alavesa, tanto que ha superado las expectativas que se habían generado sus promotores. Así las cosas, más de cincuenta chavales trabajan ya en la Fundación Vitoria-Gasteiz dentro de una temporada que comienza con tres equipos benjamines y uno femenino de categoría senior. que competirá en regional.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de las instituciones y de la empresa Urbasa Global Corporación Alimentaria y su filial Elgorriaga, pretende asentar sus bases en los próximos tres años.